… aún, aún están resbalando y corriendo gotas de agua
por tus pechos temblando;
cantan aún chicharras al son del mediodía
y el aire del rastrojo llega y huele a hinojo puro,
a higuera y a tomillo;
…y aún, aún embriagan los murmullos del río, y tu piel,
y las torvas de sol y de luz al frescor de la hierba,
aún, aún;
… y tal vengo a recordar ahora tus bálagos y nieves de agosto:
la sangre hirviendo
y los cuchillos vivos con que me mataste;
…y aún, todavía, recuerdo que descalzos, y por días y días, desangrándonos,
estuvimos corriendo y besándonos sobre todos los cardos y piedras de la tierra.
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Antonio Justel/Orión de Panthoseas
https://oriondepanthoseas.com
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