... Y para qué

[Carmen Moro Frías]

…Y para qué

Cuando la luz de la mañana solicita su entrada en mi vida, resulta que las pestañas aparecen pegadas y mi cuerpo se resiste al movimiento, de lejos unas voces me susurran: ¡desperézate!.
Pienso… ¡y total para qué!

En el hilo del tiempo, un minuto sigue a otro es como infinitamente rellenamos horas,
el tiempo es un constructo.
Igual es mentira que el día tenga veinticuatro horas, y son veinte o treinta. No sé.

A veces la arena del reloj desciende rápido, muy rápido
y otras se rodea de una lentitud insoportable,
debe ser por su adicción a la luna.

Los días se van copiando unos a otros
cualquiera diría que al final del día se coloca
un papel de calco para que surja el siguiente
igual al anterior y al próximo, cualquiera diría: ¡cual calco!.

Por eso a los ojos les cuesta disolver su pegamento
y no quieren destaparse, al abrirse contemplan el
lugar del sueño con enferma añoranza.

¡Total para qué!

[Marisa Peral]

Puedo entenderte porque hay días que a mi me sucede lo mismo.
Pero solo nosotras somos capaces de cambiar esas rutinas y dar a nuestros días motivos para vivirlos plenamente y hacerlos diferentes.
No es fácil pero merece la pena intentarlo.

Es un buen poema, Carmen, has detallado concienzudamente ese sentimiento de dejadez y abatimiento.
Felicidades y un fuerte abrazo.

[Carmen Moro Frías]

Hola Marisa
No sabes como te agradezco tu comentario.
Gracias por sentirte tan cerca.
Un abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Un poema confesional de altura, Carmen:

Describes con precisión esos días carentes de sentido.

Gracias por compartir...

Enhorabuena
Un beso grande
Ana

[Carmen Moro Frías]

Hola Ana
Gracias por tu comentario. Ha sido un momento bajo y me ha salido ese poema.
Un abrazo relleno de besos

[Pilar Morte]

También conozco esos días donde la vida se presenta sin sentido y que tú has retratado con claridad y belleza.
Me gustó leerte.
Un abrazo grande y felicidad

[Carmen Moro Frías]

Hola Pilar
Muchísimas gracias por tu comentario.
Un abrazo

[Ana García]

Me ha gustado este poema porque se aprecia y se siente la languidez que requiere su lectura.
Muy bien poetizado el calco de la vida sin emociones. Supervivencia sin vitalidad.
Te felicito.
Un abrazo.

[Carmen Moro Frías]

Hola Ana
Muchas gracias por tu comentario y ese magnífico
"supervivencia sin vitalidad".
Te lo voy a copiar para usarlo cuando me pregunten la odiosa "que tal vas".
Un abrazo

[Alejandro Costa]

Total, y para qué.

Para que desmenuces con plasticidad, elegancia y lirismo, esta vida, esas sensaciones tan sonoras, tan silenciosas, tan rápidas o tal vez demasiado lentas.

Es un poema real, totalmente real y con los signos de interrogación de la vida. ¡La puñetera vida!

Me ha gustado.

Para qué...

Para seguir buscándote y leyéndote.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

[Carmen Moro Frías]

Hola Alejandro
Que gran placer leerte lo magnífico que es seguir
intentar conjugar la vida con cualquier situación.
Gracias. Un abrazo

[Ramón Castro Méndez]

Un precioso poema que refleja el tedio cuando los días son todos iguales, el único que puede cambiarle el rumbo a los días es uno mismo y, a veces, resulta una penosa labor, pero es lo que hay. Hay días en que tú te comes al oso y otras el oso te come a ti, que diría Matthew Southern Comfort.

Un afectuoso abrazo

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un magnífico desarrollo poético del tedio.

Todo un placer de lectura, amiga Carmen.

Un bico.

[Carmen Moro Frías]

Hola Ramón
Entre el tedio del verano y el que me acompaña, estoy tediosa total.
Gracias por tu comentariomentario y acompañarme.
Un a razo

[Carmen Moro Frías]

Hola J.J.
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo desde este caluroso día.