The charioteer

[E. R. Aristy]

TH E C H A R I O T E E R


Yo no me quejo del tiempo ni de sus redes invisibles, ni de la dilación reflejada en sus pupilas. Le he mirado de frente, comprobado que es ciego. Que se vale de mis manos cuando baja o sube las infinitas escaleras. Que no le importo un bledo. Que es una acumulación de polvo sobre el ventanal. En su repisa se posan las mariposas, una por una dejan caer sus alas al otro lado de su cristal (sin mencionar que el vuelo inicia o desperdicia en un instante aquella aprehensión que se ha ido forjando de corazonadas y de intercesión).

Hay cosas eternizadoras que van ocurriendo de a poco. La metanoia es una decisión en la pausa de la tormenta. No tiene que completar su giro de orbe, es un pensamiento consciente ante el amasijo que prolifera incesante. Cuando por fin quemé el poema disonante del tiempo, a siete pies del Paraíso, se me abrió un almacén de cuantos artículos —habidos y por haber— fuesen la ansiedad y el suplicio; ahora, una ecuación intercambiable abastece la despensa. Yo nunca quise adelantarme, caminaba al son de una música de plumas y viento por caminitos cortos, y ¡pum! se presentaba algo insidioso en los ojos de la otredad y había que hacerle caso, regresar de nuevo a casa. A más o menos saltar nueve andamios, caía una vertiente de vituperadas décadas; si se vive aquí, se encuentran las esquinas y al doblar espera el tiempo golpeado, con marcada desorientación, dolorido. Los daños colaterales eran un caserío de colores y a simple vista los niños aprovechaban toda ocasión de jugar. El cuco, ellos bien sabían que podría ser cualquiera y, como es natural, tomaba mucho más miedo borrarles su divina sonrisa. A veces Miguelito esperaba que todos cayeran rendidos para sacar de un insólito escondite aquellas bolitas de vidrio, parecidas a planetas que aparecían en sus manos deificadas de energías tan remotas que nadie se podría imaginar que emitían los sonidos mas intensos de su mente en Acción de Gracias. Jugar era la aorta en medio de su estómago rugiendo, era, sin exageración, el ayuno y el dátil de la poesía.

Mañana será otro día, ya volveré, amigo invisible. Soñaremos sin que llevemos cuenta de los años hechos de instantes, el mismo tiempo ya no espera, quizá se hizo indigente impidiendo que miráramos su congoja con temor a herirlo de un extraño paraje, acostándolo sobre el asfalto ¿como un alivio? Decirle a los ojos que es mejor que lluevas un rato, que te escurras y que se haga el charco en otra cuneta o donde quiera que la gente pase con sus botas de guerrero, su mueca de poesía convaleciente; yo misma con la memoria viva de envainadas albas, desandando duros caminos hacia la tormenta que me precedía, y todos iban delante haciendo y deshaciendo. No es que fuera tímida, es que el tiempo y yo no coincidimos. Yo siempre llegaba al meollo, ese lugar como el cenit, escandalosamente blanco. Yo fui todas esas células muertas que se esparcieron en los filtros de la muerte como cocuyos hediondos a barcos. Yo tenía que sufrir para no infligir mi espanto a los caballos.

E.R. Aristy

[Ramón Carballal]

Excelente. Un texto que me ha atrapado desde el principio por su ágil y transitivo lenguaje. Episodios de la vida tamizados por tu particular pluma. Me encantó. Un abrazo.

[Julio Gonzalez Alonso]

Confesiones y reflexiones muy personales y muy reconocibles, Roxane. Gracias por abrirnos las páginas de tu sentir. Un abrazo y salud.

[Pilar Morte]

Muy bueno, Unas reflexiones sinceras y bien escritas. Felicidades.
Abrazos y salud

[Marisa Peral]

Roxane en plena carrera de cuadrigas como experta auriga.
Eres increíble, amiga, felicidades.
Me ha gustado mucho, a ver qué dice tu amigo invisible.
Un beso.

[Alejandro Costa]

Está claro que tienes una cultura exquisita.

Y está claro, que sabes escribir de maravilla.

Cuando te expones a un escrito de tu pluma, es como si tu mente entrara en un bucle de caminos sin retorno, que te llevan siempre adelante como si flotaras en una alfombra mágica.

Eso me ha sucedido con este escrito. He flotado en esa alfombra que me ha paseado por momentos y reflexiones de la vida.

Un beso, Roxane.

Salud, paz y felicidad.

[Rafel Calle]

Un texto muy interesante, amiga Era. Me ha llevado un buen rato tratar de arreglarlo, pero creo que ha valido la pena pues tiene cierta calidad y está repleto de pasajes muy bellos.
En fin, te felicito, compañera.
Un fuerte abrazo.

[E. R. Aristy]

Excelente. Un texto que me ha atrapado desde el principio por su ágil y transitivo lenguaje. Episodios de la vida tamizados por tu particular pluma. Me encantó. Un abrazo.

Es un honor tu visita, Ramón. Gracias por dejarme tu amable mensaje. Abrazos

[E. R. Aristy]

Confesiones y reflexiones muy personales y muy reconocibles, Roxane. Gracias por abrirnos las páginas de tu sentir. Un abrazo y salud.

Me parece que la vida experimental no puede ser de otra forma mas que personal. Tu presencia y tomarte el tiempo para dejarme gratas palabras me reconforta, Julio. Gracias y recibe nuevamente mi felicitación por tu nuevo y cumplido proyecto artístico. Un abrazo, salud y poesía.

[E. R. Aristy]

Muy bueno, Unas reflexiones sinceras y bien escritas. Felicidades.
Abrazos y salud

Gracias querida Pilar por tu lectura y amables palabras. Salud y un fuerte abrazo.

[E. R. Aristy]

Roxane en plena carrera de cuadrigas como experta auriga.
Eres increíble, amiga, felicidades.
Me ha gustado mucho, a ver qué dice tu amigo invisible.
Un beso.

Jajaja!! Dejemos lo de experta a un lado, en cambio acepto ser temeraria de circo. Jajaja! Me alegra que hayas visto a auriga claramente, Marisa. Cuantos símbolos nos conforman, nos hacemos! Mi amigo invisible, oh, como será eso oculto que nos habla en símbolos y que nos revela nuestra propia invisibilidad en el silencio! Y que nos deja caer del caballo de fuerzas y que nos da a superman, Christopher Reeves en la lucha por la espina dorsal y el misterio del compás moral unitario. Y la amistad de quien se presenta a vernos cuando estamos rotos y estando roto igualmente nos saca una sonrisa. Creo que al final nos vamos sin saber qué carrera habíamos emprendido. Un abrazo grande para siempre, querida MAR!

[Marisa Peral]

Jajaja!! Dejemos lo de experta a un lado, en cambio acepto ser temeraria de circo. Jajaja! Me alegra que hayas visto a auriga claramente, Marisa. Cuantos símbolos nos conforman, nos hacemos! Mi amigo invisible, oh, como será eso oculto que nos habla en símbolos y que nos revela nuestra propia invisibilidad en el silencio! Y que nos deja caer del caballo de fuerzas y que nos da a superman, Christopher Reeves en la lucha por la espina dorsal y el misterio del compás moral unitario. Y la amistad de quien se presenta a vernos cuando estamos rotos y estando roto igualmente nos saca una sonrisa. Creo que al final nos vamos sin saber qué carrera habíamos emprendido. Un abrazo grande para siempre, querida MAR!

Me alegro de haberte hecho reír, Roxane, hay días que la risa no salva.
Otro abrazo enorme para ti.

[F. Enrique]

Muy bueno, Roxane. Escribes muy bien en prosa poética.

Lèon Pasternak.

[E. R. Aristy]

Está claro que tienes una cultura exquisita.

Y está claro, que sabes escribir de maravilla.

Cuando te expones a un escrito de tu pluma, es como si tu mente entrara en un bucle de caminos sin retorno, que te llevan siempre adelante como si flotaras en una alfombra mágica.

Eso me ha sucedido con este escrito. He flotado en esa alfombra que me ha paseado por momentos y reflexiones de la vida.

Un beso, Roxane.

Salud, paz y felicidad.

Querido y admirado Alejandro: Hemos pasado juntos innumerables gozos, perdidas, soledades, pero vuelve y se borra esa entrañable memoria porque creímos estar solos en el momento. Leo tu poesia-mensaje y en mi se reafirma tu belleza profunda. Abrazos

[E. R. Aristy]

Un texto muy interesante, amiga Era. Me ha llevado un buen rato tratar de arreglarlo, pero creo que ha valido la pena pues tiene cierta calidad y está repleto de pasajes muy bellos.
En fin, te felicito, compañera.
Un fuerte abrazo.

Querido y admirado Rafel: Nunca terminaré de agradecerte tus correcciones y cómo das de ti al valorizar el potencial poético aunque crudo, como lo son mis inventos. Te abraza mi corazón.