¡Alaire, Presente!

[Ana García]

Ya tarde, un buen día que hacía mucho calor por la noche y casi, casi de casualidad, me alisté voluntaria al Ejército Literario de Alaire.
Mi máxima inspiración entonces, era alcanzar la estrella de Coma-Andante, porque es la que más viaja, la que pica menos el bigote y está más cerca de la luna-prosa.

Por vocación propia, decidí ingresar en el Cuerpo de Artillería, porque es donde mejor tintan los trajes, donde más licencias se conceden, se combaten más romances con la luna pero, es el menos visitado.

Después, poco a poco, en la Editorial, durante los meses de instrucción, descubrí el artilugio de un pequeño plumitanque de madera del siglo XVI —encontrado en la batalla de Lepanto— en cuyos extremos estaban grabados en oro las huellas dactilares, del índice y pulgar, de todos los poetas de ese lugar.

Por curiosidad, tomé como muestra dos partículas de pólvora de color viejo e indefinido, a continuación deslicé los dedos sobre la mesa de mi garita y de pronto, todo quedó transformado en luz.
Luego, sin abrir los ojos, tiré con suavidad de la hebra y las enrollé a un canutillo de papel que apresuradamente empujé por la boca del cañón.

Cuando desperté, la luna-prosa tenía la cara llena de sangre y me había vomitado, en explosión febril, un Jazz Blues.



Desde entonces, estoy en el calabozo a rancho frío de adjetivos. A la espera de que a toque de diana-poesía, ella regrese con su pico abierto para recoger las chinas de mis lentejas y, construir una muralla donde nadie pueda atacarla de nuevo.

Y de madrugada, cuando el centinela abandone su lanza, partiremos juntas a lomos de Rocinante hacía un lugar donde se me olvide llorar.

[Alejandro Costa]

¡Por Dios!

Vas a conseguir llevarme a un psiquiátrico.

Esta locura es original, muy original y tiene momentos verdaderamente magníficos. Nadie te va a enseñar a escribir a estas alturas.

"Y de madrugada, cuando el centinela abandone su lanza, partiremos juntas a lomos de Rocinante hacía un lugar donde se me olvide llorar."

Pero sin duda, este final me ha enamorado, casi tanto como tú.

Un besazo, Anita.

Salud, paz y felicidad.

[Carmen Moro Frías]

Hola Ana,
Bueníssssisimo.
Me ha encantado por su frescura, su originalidad y su saber hacer buenos versos.
Gracias Ana y Enhorabuena

[Ana Muela Sopeña]

Precioso y muy original, Ana:

Al final... la poesía es mejor que el "Prozac". Y... desde luego hay que entrenarse como en un campo de instrucción militar.

Me ha gustado mucho.

Enhorabuena
Un beso
Ana

[Ana García]

¡Por Dios!

Vas a conseguir llevarme a un psiquiátrico.

Esta locura es original, muy original y tiene momentos verdaderamente magníficos. Nadie te va a enseñar a escribir a estas alturas.

"Y de madrugada, cuando el centinela abandone su lanza, partiremos juntas a lomos de Rocinante hacía un lugar donde se me olvide llorar."

Pero sin duda, este final me ha enamorado, casi tanto como tú.

Un besazo, Anita.

Salud, paz y felicidad.

Eres pura ternura, amigo mío. Me dices cosas que son una delicia, como un abrazo de seda.
Gracias por tu cariñoso comentario. A veces son tan necesarios...
Un beso y un montón de abrazos.

[Ana García]

Hola Ana,
Bueníssssisimo.
Me ha encantado por su frescura, su originalidad y su saber hacer buenos versos.
Gracias Ana y Enhorabuena

Muchas gracias, Carmen. Se agradece tu lectura y comentario.
Salud.

[Ana García]

Precioso y muy original, Ana:

Al final... la poesía es mejor que el "Prozac". Y... desde luego hay que entrenarse como en un campo de instrucción militar.

Me ha gustado mucho.

Enhorabuena
Un beso
Ana

Qué bien me lees, Ana. Si no escribes la inspiración no llega. Tienes que acuartelar tú mente y tus manos.
Y a mí me gustan tus atentas lecturas y mejores comentarios.
Besos.

[Marisa Peral]

Ya tarde, un buen día que hacía mucho calor por la noche y casi, casi de casualidad, me alisté voluntaria al Ejército Literario de Alaire.
Mi máxima inspiración entonces, era alcanzar la estrella de Coma-Andante, porque es la que más viaja, la que pica menos el bigote y está más cerca de la luna-prosa.

Por vocación propia, decidí ingresar en el Cuerpo de Artillería, porque es donde mejor tintan los trajes, donde más licencias se conceden, se combaten más romances con la luna pero, es el menos visitado.

Después, poco a poco, en la Editorial, durante los meses de instrucción, descubrí el artilugio de un pequeño plumitanque de madera del siglo XVI —encontrado en la batalla de Lepanto— en cuyos extremos estaban grabados en oro las huellas dactilares, del índice y pulgar, de todos los poetas de ese lugar.

Por curiosidad, tomé como muestra dos partículas de pólvora de color viejo e indefinido, a continuación deslicé los dedos sobre la mesa de mi garita y de pronto, todo quedó transformado en luz.
Luego, sin abrir los ojos, tiré con suavidad de la hebra y las enrollé a un canutillo de papel que apresuradamente empujé por la boca del cañón.

Cuando desperté, la luna-prosa tenía la cara llena de sangre y me había vomitado, en explosión febril, un Jazz Blues.



Desde entonces, estoy en el calabozo a rancho frío de adjetivos. A la espera de que a toque de diana-poesía, ella regrese con su pico abierto para recoger las chinas de mis lentejas y, construir una muralla donde nadie pueda atacarla de nuevo.

Y de madrugada, cuando el centinela abandone su lanza, partiremos juntas a lomos de Rocinante hacía un lugar donde se me olvide llorar.

¡Maravillosa genialidad, Ana!
Me ha gustado muchísimo y destaco las dos estrofas finales.
Enhorabuena y montones de abrazos.

[Ramón Castro Méndez]

Una propuesta muy original, alabo tu ingenio, y que me ha resultado una muy grata lectura.
Enhorabuena.

Un abrazo grande.

[Hallie Hernández Alfaro]

Ya tarde, un buen día que hacía mucho calor por la noche y casi, casi de casualidad, me alisté voluntaria al Ejército Literario de Alaire.
Mi máxima inspiración entonces, era alcanzar la estrella de Coma-Andante, porque es la que más viaja, la que pica menos el bigote y está más cerca de la luna-prosa.

Por vocación propia, decidí ingresar en el Cuerpo de Artillería, porque es donde mejor tintan los trajes, donde más licencias se conceden, se combaten más romances con la luna pero, es el menos visitado.

Después, poco a poco, en la Editorial, durante los meses de instrucción, descubrí el artilugio de un pequeño plumitanque de madera del siglo XVI —encontrado en la batalla de Lepanto— en cuyos extremos estaban grabados en oro las huellas dactilares, del índice y pulgar, de todos los poetas de ese lugar.

Por curiosidad, tomé como muestra dos partículas de pólvora de color viejo e indefinido, a continuación deslicé los dedos sobre la mesa de mi garita y de pronto, todo quedó transformado en luz.
Luego, sin abrir los ojos, tiré con suavidad de la hebra y las enrollé a un canutillo de papel que apresuradamente empujé por la boca del cañón.

Cuando desperté, la luna-prosa tenía la cara llena de sangre y me había vomitado, en explosión febril, un Jazz Blues.



Desde entonces, estoy en el calabozo a rancho frío de adjetivos. A la espera de que a toque de diana-poesía, ella regrese con su pico abierto para recoger las chinas de mis lentejas y, construir una muralla donde nadie pueda atacarla de nuevo.

Y de madrugada, cuando el centinela abandone su lanza, partiremos juntas a lomos de Rocinante hacía un lugar donde se me olvide llorar.

Me ha parecido una obra finísima, inspirada y sumamente original.
Creo que has bordado este sentir poético, este discurso limpio y pleno de sensibilidad.
El vídeo hace honor al magnífico momento de lectura.

Ovación sin tregua, querida Ana.
Besos y felicidad.

[Pilar Morte]

Eres genial, Ana. Has escrito un poema sumamente original y has utilizado las imágenes con sabiduría. Aquí estamos todos para dar y recibir.
Felicidades por esta magnífica obra.
Un abrazo grande

[Francisco Lobo]

Me sumo a lo dicho en otros comentarios y destaco la originalidad. El título me sobresaltó: me recuerda himnos fascistas y a la Falange de las JONS. Un abrazo.

[Ana García]

¡Maravillosa genialidad, Ana!
Me ha gustado muchísimo y destaco las dos estrofas finales.
Enhorabuena y montones de abrazos.

Muchas gracias, Marisa. Se agradece tu comentario.
Otro abrazo fuerte, fuerte para ti.

[Ana García]

Una propuesta muy original, alabo tu ingenio, y que me ha resultado una muy grata lectura.
Enhorabuena.

Un abrazo grande.

Gracias, Ramón.
Un abrazo y besos para ti.

[Ana García]

Me ha parecido una obra finísima, inspirada y sumamente original.
Creo que has bordado este sentir poético, este discurso limpio y pleno de sensibilidad.
El vídeo hace honor al magnífico momento de lectura.

Ovación sin tregua, querida Ana.
Besos y felicidad.

Muchas gracias, Hallie.
Me encontré pensando en mis inicios en Alaire.
Comenzar en prosa y leyendo mucha poesía.
Y así surgió.

Gracias por tus palabras.
Besos y salud.