
PANEN NOSTRUM QUOTIDIANUM
DA NOBIS HODEI
Pero no fue regalo de los dioses,
no fue premio,
no fue acción de gracias
la conquista del pan
en el sagrario del hambre.
Pero no cantaron los ángeles
ni se alzaron oraciones,
no hubo gesto mendicante
en el corazón del hombre.
El trigo crece abundante para todos,
los molinos mueven sus pesadas ruedas,
una harina blanca
se amasa largamente en la tahona
y en los hornos se cuecen
rubias las hogazas.
Pan de bienestar, pan de justicia,
pan del trabajo
y una lucha antigua
y cotidiana.
Sí, pero
millones de bocas
se abren hambrientas cada día
mientras se mecen los trigales
pintados de amapolas; y esto
no es una frase hecha, no es un verso,
no quiere ser un poema,
ni siquiera poesía. Pan robado,
saqueada la esperanza, batalla
sin concluir,
el consuelo secuestrado, sólo muerte
sólo la muerte a la mesa de los pobres
y el crimen de Caín
muerta la alegría.
González Alonso