Tú existes y todo me congrega en torno a ti.
Todo lo que siempre me entregaste
y guardamos en mi arquilla de utopías
me pertenece ahora
y Tú vives en las esferas
que visito cuando sueño,
espejismo que se eterniza
en los cobijos intocables para el tiempo,
desvarío que escolta tu risa
y tu última mirada
y tus labios exhalando un dulce suspiro,
apenas perceptible.
Todo me allega a tu rostro.
Cada uno de mis movimientos,
cada latido, cada sonrisa,
cada lágrima de mis ojos,
cada paso, cada todo.
Pero si empiezo a olvidarte y no retengo tu voz,
si te busco en el espacio en el que nunca habitamos,
si no oigo tus canciones y cesa el sístole rebelde
que me mantiene tercamente viva,
si mis ojos se secan pero tu rostro sigue en ellos,
es que mi alma agoniza sin ti.
---
© Marisa Peral Sánchez – Enero 2010 - 2024
El día 2 de enero de 2010 nos dejó, hace ya 14 años.