si converso a través del intelecto
con esta simetría sin afecto,
con afecto por esta simetría.
Todos somos espejos en que había
una similitud con lo perfecto,
mi mente y su ideal, un circunspecto
golpe de autoridad, de luz, de guía.
Fluyen esos pedazos de cristal
como una tradición, una costumbre,
una cultura, un grito universal.
No quiero que me exceda o me deslumbre
lo que he subestimado y es vital,
no a mí, pues caería de esa cumbre.