Jugar a la peonza

[Alejandro Costa]

Joder, Raúl, que originalidad.

Son geniales estos versos, el poema entero.

Me ha gustado mucho.

Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Gracias, Ignacio, muy amable por tu inspirado comentario al poema.

Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Gracias, Ramón, muy amable. Me alegro de que así lo veas.

Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Gracias, Alejandro. Muy amable por tu comentario, me alegro que te resulte original.

Un abrazo.

[E. R. Aristy]

La vida es un juego. No vamos a morir; atravesamos la sombra. Una vez dibujado el círculo, todo es perfecto. Somos escurridizos entre las cuerdas. Giramos como peonzas, entrando y saliendo del círculo, hasta caer en redondo. A veces, vemos que alguien se abalanza sobre nosotros, con las púas afiladas. Alguna alcanza el corazón.

¿Cuántos corazones rotos? Tantos como peonzas.

Yo Soy
Quien escribe con el corazón roto,
con la peonza nueva en las manos.
Juego con todos vosotros; giramos
en un instante que es la eternidad.

Es un poema evocador, fundido en un juguete sin tiempo, un trompo como lo conzco yo y una peonza, como se conoce en Espana. Tu bello poema goza de gran sensibilidad y poesia, Raul, te felicito. Abrazos, ERA

[Alejandro Costa]

Genial Raúl de principio a final.

Invita a leer, jugar y vivir.

Muy acertado.

Abrazos.

[Raul Muñoz]

Gracias, ERA, me alegro de encontrarte por aquí. Sí, también en España lo llamamos trompo -de las dos formas-. Era yo de niño muy aficionado al trompo. Hermoso juego.

Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Muchas gracias, Alejandro, por tu generosidad y entrega al juego.

Un abrazo.