
Las hojas del otoño no son como las pintan,
buena parte de ellas están por dibujar.
El abrazo del árbol
se desprende de su cuerpo.
Y luego la caída
-más amarga que el llanto.-
es la que no ha vivido.
Profundísima brisa, alrededor.
Las hojas del otoño nunca mueren,
Oscilan en el aire.
No importa dónde estén, sino las emociones
que hoy me inspiran.
Imagino mi alma fuera de la verdad,
y lo transcribo,
imagino intemperie, no muerte.
Y nuevas experiencias.
Las hojas del otoño son la magia que puede
fluir, sin truco, sin show.
Recóndita armadura,
a mí me asalta el tiempo,
no la ilusión,
las hojas del otoño,
no el pensamiento.
Renuevos...
Es lo que se fabrica con el viento
y también con la sangre de los pájaros.
Se cierra a cal y canto el paraíso,
con muros interiores
que custodian silencio y armonía:
"Salirse del Edén es lo mismo que entrar."
...Las hojas del otoño...
Ah, intocables.
Cómo puede palparse el corazón del cielo.