Diosas madres

[Ana Muela Sopeña]

Las diosas madres caminan
por el centro del volcán
y recuerdan el instinto
de lo salvaje del fuego.
Saben que todo es semilla
en el intento del mundo.

Las diosas madres imitan
las figuras de las nubes,
se aparecen a los niños
en el sueño de los bosques.
Conocen claves de oro
y contraseñas de piedra.

Las diosas madres bucean
en las aguas de los lagos,
conversan con arrecifes
en los mares de coral.
Saben de seres marinos
que mantienen la frecuencia.

Las diosas madres se abrazan
a los troncos de los árboles.
Atesoran el silencio,
las esculturas de nieve.
Imaginan la belleza
que habita dentro del tiempo.


Ana Muela Sopeña

[Pilar Morte]

Hermoso ese admirar a las madres diosas o diosas madres. Cada estrofa en una semilla que ahonda en el significado, Me gustó leerte.
Abrazos

[Francisco Lobo]

Las diosas madres se abrazan
a los troncos de los árboles.
Atesoran el silencio,
las esculturas de nieve.
Imaginan la belleza
que habita dentro del tiempo.

Eso de abrazarse a los troncos de los árboles se hace mucho ahora. Allí me gustaría confluir con una de esas diosas. La mía, la más grande de todas, la perdí hace mucho. Leer este poema fue muy agradable.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un muy hermoso poema con una cadencia rítmica muy conseguida.

Sugerencia.-
Veo que el poema está escrito e octasílabos, pero "Conocen códigos de oro" tiene 9 sílabas, debido a que el acento tónico de la 7ª sílaba no hace sinalefa con la 8ª y última; si se hace resulta forzada ya que la lectura correcta debería ser "de oro" y no "deoro".

Todo un placer de lectura, amiga Ana.

Un bico

[Ana Muela Sopeña]

Muchas gracias, Pilar, por venir y dejar tu huella.

Un beso grande

[Ana Muela Sopeña]

Agradezco muchísimo tus palabras, Francisco.

Es muy agradable abrazarse a los árboles.

Siento que perdieras a tu particular diosa madre.

Un fuerte abrazo

[Ana Muela Sopeña]

Hola, Ferreiro:

Me agrada que te guste el poema.

Tienes toda la razón del mundo. Le daré una vuelta a ese verso.

O la sinalefa está forzada o es un eneasílabo.

Gran consejo.

Por el momento el verso:

"conocen códigos de oro"

lo he modificado así:

"conocen claves de oro"

Un fuerte abrazo, poeta
Ana

[J. J. Martínez Ferreiro]

Me gusta, Ana, la solución que has buscado.

Un bico.

[Ana Muela Sopeña]

Mil gracias, Ferreiro:

Besos a montones

[Ramón Carballal]

Un poema muy simbólico escrito con la calidad que te caracteriza. Parece una invocación a la madre naturaleza. Me ha encantado leerlo. Abrazo grande.

[xaime oroza carballo]

Lo he leído con deleite porque, al final, me he dado cuenta que lo estaba leyendo en "galego" con gran fluidez.
Gracias, Ana. Un gran regalo.

Fonda aperta.

[Raul Muñoz]

Hermoso canto a la tierra que todo lo engendra. Me gustan las imágenes logradas para transmitir la sensación de unidad en el origen primigenio, esa matriz, la madre sabía. Gracias por compartir, Ana.

Un abrazo.

[Concha Vidal]

Ana... la maga de la palabra en el poema.
Así, sin más
Abrazos mediterráneos querida amiga.

[Carmela Viñas]

Muy hermosa esa danza de las diosas madres, tan sabías y guardianas del fuego y sus secretos. Felicidades, Ana. Un inmenso poema.
Abrazos.

[E. R. Aristy]

Las diosas madres caminan
por el centro del volcán
y recuerdan el instinto
de lo salvaje del fuego.
Saben que todo es semilla
en el intento del mundo.

Las diosas madres imitan
las figuras de las nubes,
se aparecen a los niños
en el sueño de los bosques.
Conocen claves de oro
y contraseñas de piedra.

Las diosas madres bucean
en las aguas de los lagos,
conversan con arrecifes
en los mares de coral.
Saben de seres marinos
que mantienen la frecuencia.

Las diosas madres se abrazan
a los troncos de los árboles.
Atesoran el silencio,
las esculturas de nieve.
Imaginan la belleza
que habita dentro del tiempo.


Ana Muela Sopeña

Es un poema de extraordinaria belleza y de evocaciones potentes y fertiles como tu bella mente, Ana. abrazos, ERA