Escrito en las estrellas

[E. R. Aristy]

Manifestación
Ocultación de Venus y Júpiter




Cada 2,000 años ocurre la ocultación o alineación de los planetas más brillantes, después de varias conjunciones apenas visibles para quienes están atentos a estos lejanos eventos celestiales. Saber y conocer son cosas similares y a la vez un universo de distancia les separa. La epifanía del hombre es un regalo reservado para ese oculto instante en que se da cuenta que las corrientes van y vienen de un vertedero inexorable del cual él o ella ha emanado.


I
Decía Evelina:
tanto Dios como el diablo se encuentran en los detalles porque la gente revisa, y se aguza, y se hace que no ve, ni entiende, ni recuerda. Su vida y su salud dependen de las tantas artimañas al revés, de tanta tramposería, injusticias y pesquisas. El abuso, las porquerías, la manuntención y las crías. La gente no tiene de tonto un pelo, son actores consumados, porque si sus vidas quieren, tienen que manipular la atmósfera en que habitan, por si las moscas, forman grupos de malabaristas, son religiosos, son contagiosos espiritistas.

Cuenta la tradición que
de los medos y los persas, en el oriente lejano, una estrella enlongada se divisa,
por siete años en la época de Herodes, mucho antes de que Dionisio inventara como contar los siglos,
los intrépidos hombres de Edén, se inclinaban en el balcón de la noche a mirar con ojos desnudos el ventanal milagroso, como quien quiere indagar de de qué está hecho y cómo flota.

Evelina persistía en que
la astrología sabía que mirar era de ciegos y cegar era de día,
de modo que se creía en los astros luminosos más cercanos a sus cuerpos que la misma geografía, pues invisible es el sino de leyes de alto voltage, tanto más quema el que sigue, como el del liderazgo.
Es más, esolía decir que requerimos de un destino para poder desviar cualquier cosa del camino donde vamos a pisar.


En la antiguedad sobreviene el mapa celeste y augusto que se encarga de los bienes y nos disipa los sustos. Siendo que nos conviene, saber que nos dará frutos. Sin conocer la ballena, ni las galaxias de arriba, los sabios son sabios por observar lo enigmático y tolerar cualquier tiempo con una vela y un manto, si se apaga fue el viento o fue el diablo metiche, no porque el diablo sea diablo, que no es cualquier cosita, si no porque hace lo que pueda por enrredarnos o del todo atarnos los pies, tal cual lo hacemos nosostros con el pobre adolorido, lo pisamos y lo ahuyentamos salvo necitamos su cuerpo para que carguen la carga y corten leña para el fuego. Sí, las estrellas son frias, y el corazón las calienta, Dios es pura alegría cuando el infierno revienta, porque, si hay algo insólito con el mero Dios, es que emplea una lógica ilógica diciendo que los primeros son serán los últimos y que cuando estás débil eres más fuerte y que el día más importante es el día de tu muerte. Que él era y es y será, eso, decía en vivo y en directo, la muy salvaje Evelina, con empatía voraz.


E. R. Aristy
(In Progress)

[Raul Muñoz]

Ocultación de Venus y Júpiter

I

Tanto Dios como el diablo se encuentran en los detalles porque la gente revisa, y se aguza, y se hace que no ve, ni entiende, ni recuerda. Su vida y su salud dependen de las tantas artimañas al revés, de tanta tramposería, injusticias y pesquisas. El abuso, las porquerías, la manuntención y las crías. La gente no tiene de tonto un pelo, son actores consumados, porque si sus vidas quieren, tienen que manipular la atmósfera en que habitan, por si las moscas, forman grupos de malabaristas, son religiosos, son contagiosos espiritistas.

De los medos y los persas, en el oriente lejano, una estrella enlongada se divisa,
por siete años,mucho antes de que Dionisio inventara como contar los siglos,
la astrología sabía que mirar era de ciegos y cegar era de día,
de modo que se creía en los astros luminosos más cercanos a sus cuerpos que la misma geografía, pues invisible es el sino de leyes de alto voltage, tanto más quema el que sigue, como el del liderazgo.
Es más, requerimos de un destino para poder desviar cualquier cosa del camino donde vamos a pasar.

En la antiguedad sobreviene el mapa celeste y augusto que se encarga de los bienes y nos disipa los sustos. Siendo que nos conviene, saber que nos dará frutos. Sin conocer la ballena, ni las galaxias de arriba, los sabios son sabios por observar lo enigmático y tolerar cualquier tiempo con una vela y un manto, si se apaga fue el viento o fue el diablo metiche, no porque el diablo sea diablo, que no es cosa chiquita, si no porque hace lo que pueda por zafamos los tobillos, tal cual lo hacemos nosostros con el pobre adolorido, lo pisamos y lo ahuyentamos salvo necitamos su cuerpo para que carguen la carga y corten leña para el fuego. Sí, las estrellas son frias, y el corazón las calienta, Dios es alegría cuando el infierno revienta.


E. R. Aristy
(In Progress)

Contundente, Era. Pero, también tiene mucha belleza y sabiduría. Es como un dulce aguijón. Me lo llevo con la imagen del árbol de la vida. Jésed es la diestra: misericordia, bondad. Y guevurá es la izquierda: lo justo, correcto. A mi entender, el poema busca el equilibrio. Esto a mí me sirve, me lo aplico a mí mismo. Entiendo que el mundo está en mí, no es nada distinto a mí.

En todo caso, es un poema grande y muy necesario. Muchas gracias, amiga, por compartirlo con todos nosotros.

Un abrazo.