El Agua que Resbala (a A. Machado)

[Julio Gonzalez Alonso]

Antonio Machado, como todos los grandes, siempre será fuente de inspiración, sorpresa, conocimiento y reconocimiento, de vida. Tus versos se mueven ágiles por el poema, impregnados del áurea machadiana, sensibles y tiernos y doloridos en su alegría popular. Si Antonio Machado ha sido merecedor de tu atención y cuidado, los demás lo disfrutamos como un regalo. Abrazo veraniego. Salud.

[Ana García]

Muy bueno, Ana. Un poema con una carga emotiva inmensa, y unas imágenes para recordar. Me ha encantado. Felicidades por esta hermosa obra.
Abrazos

He cargado mucho las tintas, ¿verdad, Pilar?
Merece la pena si te ha gustado.
Muchas gracias por tus palabras.
Un gran beso, compañera.

[Ana García]

.

Me sigue emocionando este poema, Ana.
No puedo evitar, percibir entre líneas, al Rey de Copas del que hablaba Marcela, en el Teatrillo nocturno.

Gracias por estar y ser con nosotros, querida amiga.

Qué bueno, Hallie. Me encantan tus visitas y si repites a mi me llenas de emoción.
Ay esta Marcela.
Gracias a tí, compañera, por tu alma tan bella.
Un beso.

[Ana García]

Antonio Machado, como todos los grandes, siempre será fuente de inspiración, sorpresa, conocimiento y reconocimiento, de vida. Tus versos se mueven ágiles por el poema, impregnados del áurea machadiana, sensibles y tiernos y doloridos en su alegría popular. Si Antonio Machado ha sido merecedor de tu atención y cuidado, los demás lo disfrutamos como un regalo. Abrazo veraniego. Salud.

También fue una gran compañía con cierta esperanza. Antonio transmite tantas cosas, supongo que a cada uno le da lo que necesita en ese momento. Es de los grandes, sí. Bien dices.
Por aquí, un sábado tranquilo, escuchando viejos temas de cuando me movía por mi discoteca. Noche de bellos recuerdos.
Gracias por tus palabras.
Un fuerte abrazo, en espera de que llegue cuanto antes el otoño.

[Marisa Peral]

Tierno, bello, intenso, dulce, amargo,
Esperanzador y Maravilloso.
Felicidades, Ana.
Gracias siempre por sorprenderme.
Un beso.

[Ana García]

Tierno, bello, intenso, dulce, amargo,
Esperanzador y Maravilloso.
Felicidades, Ana.
Gracias siempre por sorprenderme.
Un beso.

Tus visitas son aire que refresca. Sí, hay cierta penilla en el poema. Por eso hemos de acudir a los grandes, sean de fuera o de dentro de Alaire, para que su lectura nos consuele.
Gracias a ti por leerme.
Un beso enorme.

[F. Enrique]

Buena introspección sentimental en un hombre bueno que supo predecir el futuro con la contemplación de un presente que le hacía daño.

Un abrazo.

[Ana García]

Buena introspección sentimental en un hombre bueno que supo predecir el futuro con la contemplación de un presente que le hacía daño.

Un abrazo.

Un hombre bueno, así decía de sí mismo. Un hombre que se acercó mucho en la predicción de su muerte. Huyendo de Franco y casi cuando está por llegar a Francia se encuentra con un rio de gente por la carretera. Tienen que abandonar el camión en el que viajaban su madre, su hermano y él e ir andando. Comienza a llover y abandona el equipaje para llevar a su madre en brazos. Tremenda la situación.
Muere a consecuencia, eso creo, de las duras condiciones por las que pasó en su huida. Antonio y Ana (madre e hijo, mueren en el mismo mes).
Parece la trama de una película y, sin embargo, fue tan real.
Se dice que estaba tan enamorado de su joven esposa que cuando ella está en las últimas, Antonio se quiere ir con ella, y usa los pañuelos con los que limpia la tuberculosis de ella.
Tremendo.

Gracias por tus palabras, F. Enrique.
Un beso.

[Alonso Vicent]

A la vuelta de las vacaciones no esperaba menos. Un curso de agua y de versos, de silencios, heridas y renuevos.
Poesía, de principio a fin, al servicio de la expresión... aunque fuera octosílaba una parte... que también me gusta.
Abrazote Ana.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Precioso y entrañable homenaje al irrepetible Don Antonio Machado.
Todo un placer de lectura, querida amiga.

Bicos.

[Hallie Hernández Alfaro]

Sube para deleite de todos.

Abrazo enorme, querida Ana.

[Raul Muñoz]

Como mujer en silencio
curadme esta pena mía:
la pena de la distancia,

Soy la mancha con aceite
que en el agua verde flota.
Soy la gota reducida

en aquel inmenso lago,
que se pierde, que se esconde,
que muestra el abismo incierto.

Quiero que esta cruel maraña
se transforme en surco, vida,
amanecer de semilla.

¡Oh, apretado laberinto,
conocida bruma negra,
que me aleja de lo cierto!

Hoy quiero que de mi herida,
nazca la fuente de vida,
¡El aceite que resbala!

Que impregne mi ansia atrasada,
tanta pena fragmentada,
tanta tierra polvorienta.

Hoy cuando el amor de nuevo está llamando y ante un paisaje extraño en árboles y calimas, también tu voz, Antonio, me suena agigantada. Extraños pájaros parecen los poetas que se alejan y permanecen cerca del corazón.
Recuerdo otras noches en que mis ojos no veían sino el dolor entre unas paredes, hasta tus libros me faltaban. Mas tus palabras resonaban en mis oídos como el agua:

“Nos la pusieron pálida y escuálida y beoda para que no acertara la mano con la herida”.

Me amas. Inventas de nuevo la razón de existir. Tu boca respira con el nuevo compás y tus manos yacen, ya agotadas, sobre mi cuerpo infinito de amante, en la sombra.

Abro ventanas de aire extraño,
tomo tu libro nuevamente.
Son tus palabras como un soplo
que me confirma en la esperanza.

Hermoso, muy sentido poema de homenaje al gran poeta. La palabra que nos acompaña siempre, nos devuelve el aliento. Quise ver los campos de castilla reverdecidos, pero, no sin antes sentir las manos encallecidas; la voz de la pobreza. El timbre de la nostalgia nos llama a amar, aunque el poeta se ausente; a darle caza o ser cazados por el amor.
Bueno, que me gustó el poema. Mis felicitaciones. Un placer leerte.

Saludos.

[E. R. Aristy]

Como mujer en silencio
curadme esta pena mía:
la pena de la distancia,

Soy la mancha con aceite
que en el agua verde flota.
Soy la gota reducida

en aquel inmenso lago,
que se pierde, que se esconde,
que muestra el abismo incierto.

Quiero que esta cruel maraña
se transforme en surco, vida,
amanecer de semilla.

¡Oh, apretado laberinto,
conocida bruma negra,
que me aleja de lo cierto!

Hoy quiero que de mi herida,
nazca la fuente de vida,
¡El aceite que resbala!

Que impregne mi ansia atrasada,
tanta pena fragmentada,
tanta tierra polvorienta.

Hoy cuando el amor de nuevo está llamando y ante un paisaje extraño en árboles y calimas, también tu voz, Antonio, me suena agigantada. Extraños pájaros parecen los poetas que se alejan y permanecen cerca del corazón.
Recuerdo otras noches en que mis ojos no veían sino el dolor entre unas paredes, hasta tus libros me faltaban. Mas tus palabras resonaban en mis oídos como el agua:

“Nos la pusieron pálida y escuálida y beoda para que no acertara la mano con la herida”.

Me amas. Inventas de nuevo la razón de existir. Tu boca respira con el nuevo compás y tus manos yacen, ya agotadas, sobre mi cuerpo infinito de amante, en la sombra.

Abro ventanas de aire extraño,
tomo tu libro nuevamente.
Son tus palabras como un soplo
que me confirma en la esperanza.

Me alegra encontrar este bello homenaje a Machado. Tu entrega, Ana, a es diafana como la luz del dia, encuentro un amor como es el amor de cotidiano y de raro. Abrazos, ERA

[Rafel Calle]

Siempre es de agradecer un homenaje a uno de los buenos poetas españoles, Ana.
Espero que hayas superado achaques y similares.
Un abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Maravilloso poema de homenaje a Antonio Machado, gran maestro.

La combinación de versos medidos y de prosa poética te ha quedado genial.

Aplausos
Un beso
Ana