El tiempo recobrado

[Pablo Sales]

Desde este lugar sin nombre
que esconde las cenizas calladas
de los mas oscuros deseos,
donde las piedras que nada perpetúan
y el árbol que mira absorto el mar
guardan el aroma de la Historia,
la lenta declinación de la tarde.

El tiempo, que ocurre sin remordimientos,
te acosa con días de desconsuelo
y noches de confusas realidades
exentas de gratitud. Aún así,
te hace llegar un poco del brillo
del mar y las estrellas
que iluminan la carne que ignoraste
-cegado por la gloria efímera de cualquier amor-,
y que ahora, sin fuerzas para evitar
cualquier espejismo, reclamas
con llanto urgente de recién nacido.

Rompe con tus últimas energías
el espejo que te usurpa,
pues no muestra nada
que te pueda enorgullecer,
y rescata de su profundidad
las presencias que allí encontraron
refugio ante tu olvido.

Así podrás escuchar de nuevo,
sobre el crujido de tanta ceniza fría,
los rojos violines del amanecer y las voces
que reconoces y saludas agradecido,
pues incansables te ofrecen otra vez
el milagro del tiempo recobrado.

[Mirta Elena Tessio]

Desde este lugar sin nombre
que esconde las cenizas calladas
de los mas oscuros deseos,
donde las piedras que nada perpetúan
y el árbol que mira absorto el mar
guardan el aroma de la Historia,
la lenta declinación de la tarde.

El tiempo, que ocurre sin remordimientos,
te acosa con días de desconsuelo
y noches de confusas realidades
exentas de gratitud. Aún así,
te hace llegar un poco del brillo
del mar y las estrellas
que iluminan la carne que ignoraste
-cegado por la gloria efímera de cualquier amor-,
y que ahora, sin fuerzas para evitar
cualquier espejismo, reclamas
con llanto urgente de recién nacido.

Rompe con tus últimas energías
el espejo que te usurpa,
pues no muestra nada
que te pueda enorgullecer,
y rescata de su profundidad
las presencias que allí encontraron
refugio ante tu olvido.

Así podrás escuchar de nuevo,
sobre el crujido de tanta ceniza fría,
los rojos violines del amanecer y las voces
que reconoces y saludas agradecido,
pues incansables te ofrecen otra vez
el milagro del tiempo recobrado.

Voy a quitale el cero para que el poema vuele.
Tienes metáforas logradas, encriptadas, pero bellas.
Se nota algo de dolor hacia ella algo de enojo, no esta mal
la poesía es tambien catársis, donde sacamos para afuera el dolor de lo perdido.
La última estrofa me ha gustado mucho y es el milagro del tiempo recobrado.

Me hace acordar a los versos de un poeta argentino Espero te guste.

[Concha Vidal]

Pues sí, gracias a Mirta el poema ha volado y ha llegado a mí.
Ha sido un placer.
Saludos mediterráneos.

[Ana Estepa]

Que te ofrezcan "otra vez
el milagro del tiempo recobrado", no es poca cosa.
Es un hermoso trabajo, muy lírico y profundo. Con unas imágenes precisas.
Me ha gustado.

[Pablo Sales]

Muchas gracias a esa tres hadas de la poesía.

[J. J. Martínez Ferreiro]

"Así podrás escuchar de nuevo,
sobre el crujido de tanta ceniza fría,
los rojos violines del amanecer y las voces
que reconoces y saludas agradecido,
pues incansables te ofrecen otra vez
el milagro del tiempo recobrado"

Lúcio enfrentamiento poético a la realidad y condición del ser humano.

Todo un placer de lectura, Pablo.

Abrazos.

[Pilar Morte]

Me quedo con la primera y última estrofa , ésta que recobra la vida. Me gustó leerte.
Abrazos

[Pablo Sales]

Muchas gracias J.J. por tu comentario. Igualmente agradezco las palabras de Pilar.

[Óscar Distéfano]

Interesante poema sobre el acontecer, sobre la conciencia del valioso existir. Un poema de follaje exuberante y ritmo de inquietos movimientos. Salud!

Un saludo de amistad.
Óscar

[F. Enrique]

Me ha gustado mucho tu poema, Pablo, tiene reflexiones cargadas de profundidad y nos invita con sus buenas intenciones a valorar las cosas verdaderamente importante de la vida.

Un abrazo. Felices fiestas.

[Ricardo López Castro]

Muy buen poema a-temporal.
Me gustó mucho su lectura.
Gracias por compartir.
Abrazos y felicidad, estimado Pablo.

[xaime oroza carballo]

Desde este lugar sin nombre
que esconde las cenizas calladas
de los mas oscuros deseos,
donde las piedras que nada perpetúan
y el árbol que mira absorto el mar
guardan el aroma de la Historia,
la lenta declinación de la tarde.

El tiempo, que ocurre sin remordimientos,
te acosa con días de desconsuelo
y noches de confusas realidades
exentas de gratitud. Aún así,
te hace llegar un poco del brillo
del mar y las estrellas
que iluminan la carne que ignoraste
-cegado por la gloria efímera de cualquier amor-,
y que ahora, sin fuerzas para evitar
cualquier espejismo, reclamas
con llanto urgente de recién nacido.

Rompe con tus últimas energías
el espejo que te usurpa,
pues no muestra nada
que te pueda enorgullecer,
y rescata de su profundidad
las presencias que allí encontraron
refugio ante tu olvido.

Así podrás escuchar de nuevo,
sobre el crujido de tanta ceniza fría,
los rojos violines del amanecer y las voces
que reconoces y saludas agradecido,
pues incansables te ofrecen otra vez
el milagro del tiempo recobrado.

Gratamente me he ido deslizando por tus versos.
Gracias, Pablo.

Fonda aperta. (Un abrazo)

[Ricardo López Castro]

Buen poema, Pablo.
En forma y en fondo.
Y profundo, llegando casi al tuétano.
Gracias por compartir.
Abrazos y felicidad.

[E. R. Aristy]

Desde este lugar sin nombre
que esconde las cenizas calladas
de los mas oscuros deseos,
donde las piedras que nada perpetúan
y el árbol que mira absorto el mar
guardan el aroma de la Historia,
la lenta declinación de la tarde.

El tiempo, que ocurre sin remordimientos,
te acosa con días de desconsuelo
y noches de confusas realidades
exentas de gratitud. Aún así,
te hace llegar un poco del brillo
del mar y las estrellas
que iluminan la carne que ignoraste
-cegado por la gloria efímera de cualquier amor-,
y que ahora, sin fuerzas para evitar
cualquier espejismo, reclamas
con llanto urgente de recién nacido.

Rompe con tus últimas energías
el espejo que te usurpa,
pues no muestra nada
que te pueda enorgullecer,
y rescata de su profundidad
las presencias que allí encontraron
refugio ante tu olvido.

Así podrás escuchar de nuevo,
sobre el crujido de tanta ceniza fría,
los rojos violines del amanecer y las voces
que reconoces y saludas agradecido,
pues incansables te ofrecen otra vez
el milagro del tiempo recobrado.

Claro que si, en cualquier momento podemos recobrar la gratitud, la humildad mental, la gracia del unison. Y como bien dices, "el milagro de la vida. Bello y evocador poema a la reconciliacion con elhecho de estar vivos. Abrazos, Pablo. ERA

[Raul Muñoz]

Desde este lugar sin nombre
que esconde las cenizas calladas
de los mas oscuros deseos,
donde las piedras que nada perpetúan
y el árbol que mira absorto el mar
guardan el aroma de la Historia,
la lenta declinación de la tarde.

El tiempo, que ocurre sin remordimientos,
te acosa con días de desconsuelo
y noches de confusas realidades
exentas de gratitud. Aún así,
te hace llegar un poco del brillo
del mar y las estrellas
que iluminan la carne que ignoraste
-cegado por la gloria efímera de cualquier amor-,
y que ahora, sin fuerzas para evitar
cualquier espejismo, reclamas
con llanto urgente de recién nacido.

Rompe con tus últimas energías
el espejo que te usurpa,
pues no muestra nada
que te pueda enorgullecer,
y rescata de su profundidad
las presencias que allí encontraron
refugio ante tu olvido.

Así podrás escuchar de nuevo,
sobre el crujido de tanta ceniza fría,
los rojos violines del amanecer y las voces
que reconoces y saludas agradecido,
pues incansables te ofrecen otra vez
el milagro del tiempo recobrado.

¿Qué presencias nos habitan ? Me quedo con este interrogante; lo hago mío. Y aplaudo este gran poema, Pablo. Gracias por compartir, ha sido un placer.

Un abrazo.