Primoroso poema, nos has presentado, estimado amigo, F.Enrique. Me ha encantado las bellas imágenes que contiene.F. Enrique escribió:No se apagaron las luces
oscuras de la taberna,
no llegaron los veleros
que surcaban la bahía.
La playa era un sudario,
una manta de azucena,
donde lloraban las niñas
de los volantes nerviosos.
La guitarra enrabietada
se refugiaba en el patio
donde vagaban los sueños
de los acordes perdidos.
¡Ay, playa de la Almadraba
quién pudiera contemplarte
sin que tuvieras manchadas
tus arenas de alquitrán¡
¡Quién pudiera enamorarse
del levante enarbolado
y contar las caracolas
sobre tu lecho encendido¡
Pero la muerte ensombrece,
siempre enturbia tu destino,
los arenales y el viento
se cubren con amapolas
como en los campos de Flandes.
Un abrazo.
BEGOÑA.