La clave

[José Manuel F. Febles]

LA CLAVE
El ocaso es tan sólo el recuerdo del río
que refresca los juncos de la orilla
Jerónimo Muñoz Plaza

Existió un dos de mayo luminoso
de vida más allá del optimismo,
separado de toda oscuridad.

Y existieron momentos naturales
donde el alma se abrió con todo ímpetu
tan de tu corazón como la muerte.

Y existió la traición donde fraguaste
el dolor que no muere en nuestra vida.
Y existió nuestro pacto quebrantado
por tantos golpes secos que dolieron,
y ahora, que nos miramos a los ojos,
podemos restaurar, conscientemente,
el cuerpo sumergido en la tristeza,
y amanecer tranquilo de esperanza
en la blanca habitación para ver,
en el primer bostezo, la locura que fuimos
cuando el amor llamó.

[Pilar Morte]

Me alegra leer este poema porque veo un foco de serenidad y alegría. Un placer leerte.
Abrazos

[Ana Muela Sopeña]

Adentrarme en tu espacio, José Manuel, es siempre garantía de encontrar Poesía con Mayúsculas.

Este poema tiene un intenso lirismo. Expresas la tristeza por el desamor con elegancia y mucha nostalgia de los buenos tiempos.

Para mí... excepcional.

Felicitaciones y aplausos
Un fuerte abrazo
Ana

[Alejandro Costa]

Genial, José Manuel.

Sabes que me gusta mucho tu escritura.

Abrazos.

[José Manuel F. Febles]

"Pilar Morte" ]

Me alegra leer este poema porque veo un foco de serenidad y alegría. Un placer leerte.
Abrazos

Hola, Pilar Morte, tu comentario merece que te envie desde la soledad de mi isla, un gran abrazo.

José Manuel F. Febles

[Simon Abadia]

LA CLAVE
El ocaso es tan sólo el recuerdo del río
que refresca los juncos de la orilla
Jerónimo Muñoz Plaza

Existió un dos de mayo luminoso
de vida más allá del optimismo,
separado de toda oscuridad.

Y existieron momentos naturales
donde el alma se abrió con todo ímpetu
tan de tu corazón como la muerte.

Y existió la traición donde fraguaste
el dolor que no muere en nuestra vida.
Y existió nuestro pacto quebrantado
por tantos golpes secos que dolieron,
y ahora, que nos miramos a los ojos,
podemos restaurar, conscientemente,
el cuerpo sumergido en la tristeza,
y amanecer tranquilo de esperanza
en la blanca habitación para ver,
en el primer bostezo, la locura que fuimos
cuando el amor llamó.

Un poema hermoso, sereno y con lirismo, te doy las gracias por este momento que he pasado.
Lo he disfrutado.
Un abrazo,
Simón

[José Manuel F. Febles]

Adentrarme en tu espacio, José Manuel, es siempre garantía de encontrar Poesía con Mayúsculas.

Este poema tiene un intenso lirismo. Expresas la tristeza por el desamor con elegancia y mucha nostalgia de los buenos tiempos.

Para mí... excepcional.

Felicitaciones y aplausos
Un fuerte abrazo
Ana

Querida Ana Muela, reparo en tus singulares palabras acerca de la humildad de mi versos, y sigo reparando, no obstante, en que fue con estas reflexiones, lo poco que debo ser en la vida, aquel que debe sobrevivir poéticamente. Tu comentario me ayuda a seguir en la lucha por encontrar la voz interna, principalmente, del futuro donde tus palabras plenas para pensar, me elevan para una visión de muchas mañanas.
Eres grande en la poesía y seguro que de corazón. Muy agradecido, Ana.

Desde la soledad de mi isla, un cordial y gran abrazo.

José Manuel FF.

[José Manuel F. Febles]

"Alejandro Costa"

Genial, José Manuel.

Sabes que me gusta mucho tu escritura.

Abrazos.

Muy agradecido, Alejandro Costa, por la lectura y comentario.

Desde la soledad de mi isla u abrazo.

José Manuel F. Febles

[Mirta Elena Tessio]

LA CLAVE
El ocaso es tan sólo el recuerdo del río
que refresca los juncos de la orilla
Jerónimo Muñoz Plaza

Existió un dos de mayo luminoso
de vida más allá del optimismo,
separado de toda oscuridad.

Y existieron momentos naturales
donde el alma se abrió con todo ímpetu
tan de tu corazón como la muerte.

Y existió la traición donde fraguaste
el dolor que no muere en nuestra vida.
Y existió nuestro pacto quebrantado
por tantos golpes secos que dolieron,
y ahora, que nos miramos a los ojos,
podemos restaurar, conscientemente,
el cuerpo sumergido en la tristeza,
y amanecer tranquilo de esperanza
en la blanca habitación para ver,
en el primer bostezo, la locura que fuimos
cuando el amor llamó.

José Manuel, me ha gustado la cita de Muñoz.

El amor toco a tu puerta pero no se respetó el voto
del altar.
Me conmueve este poema, ¿ cómo se sostiene el sentimiento
en esas condiciones? Yo no lo he soportado y dije adios.
Te dejo un gran y fuerte abrazo de amistad poeta.

[Ramón Castro Méndez]

Un maravilloso poema escrito con exquisita sensibilidad, con un tono nostálgico y altamente emotivo.
Mi felicitación.

Un fuerte abrazo, amigo José Manuel, desde el norte.

[Francisco Lobo]

LA CLAVE
El ocaso es tan sólo el recuerdo del río
que refresca los juncos de la orilla
Jerónimo Muñoz Plaza

Existió un dos de mayo luminoso
de vida más allá del optimismo,
separado de toda oscuridad.

Y existieron momentos naturales
donde el alma se abrió con todo ímpetu
tan de tu corazón como la muerte.

Y existió la traición donde fraguaste
el dolor que no muere en nuestra vida.
Y existió nuestro pacto quebrantado
por tantos golpes secos que dolieron,
y ahora, que nos miramos a los ojos,
podemos restaurar, conscientemente,
el cuerpo sumergido en la tristeza,
y amanecer tranquilo de esperanza
en la blanca habitación para ver,
en el primer bostezo, la locura que fuimos
cuando el amor llamó.

Cada vez mejor, querido amigo. Un gran abrazo

[Lunamar Solano]

Bello y colmado de luminosidad querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[José Manuel F. Febles]

"Simon Abadia"

"José Manuel F. Febles"

LA CLAVE
El ocaso es tan sólo el recuerdo del río
que refresca los juncos de la orilla
Jerónimo Muñoz Plaza

Existió un Dos de mayo luminoso
de vida más allá del optimismo,
separado de toda oscuridad.

Y existieron momentos naturales
donde el alma se abrió con todo ímpetu
tan de tu corazón como la muerte.

Y existió la traición donde fraguaste
el dolor que no muere en nuestra vida.
Y existió nuestro pacto quebrantado
por tantos golpes secos que dolieron,
y ahora, que nos miramos a los ojos,
podemos restaurar, conscientemente,
el cuerpo sumergido en la tristeza,
y amanecer tranquilo de esperanza
en la blanca habitación para ver,
en el primer bostezo, la locura que fuimos
cuando el amor llamó.
[/quote]


Un poema hermoso, sereno y con lirismo, te doy las gracias por este momento que he pasado.
Lo he disfrutado.
Un abrazo,
Simón

Muchísimas gracias, amigo Simón Abadía, por las palabras dedicadas a mis versos.
Desde la soledad de mi isla, un fuerte abrazo

José Manuel F. Febles

P.D. Se te extrañaba en este Foro por tu larga ausencia.

[José Manuel F. Febles]

"Mirta Elena Tessio"
"José Manuel F. Febles"

LA CLAVE
El ocaso es tan sólo el recuerdo del río
que refresca los juncos de la orilla
Jerónimo Muñoz Plaza

Existió un dos de mayo luminoso
de vida más allá del optimismo,
separado de toda oscuridad.

Y existieron momentos naturales
donde el alma se abrió con todo ímpetu
tan de tu corazón como la muerte.

Y existió la traición donde fraguaste
el dolor que no muere en nuestra vida.
Y existió nuestro pacto quebrantado
por tantos golpes secos que dolieron,
y ahora, que nos miramos a los ojos,
podemos restaurar, conscientemente,
el cuerpo sumergido en la tristeza,
y amanecer tranquilo de esperanza
en la blanca habitación para ver,
en el primer bostezo, la locura que fuimos
cuando el amor llamó.


José Manuel, me ha gustado la cita de Muñoz.
El amor toco a tu puerta pero no se respetó el voto
del altar.

Me conmueve este poema, ¿ cómo se sostiene el sentimiento
en esas condiciones? Yo no lo he soportado y dije adios.
Te dejo un gran y fuerte abrazo de amistad poeta


Querida Mirta Elena, siempre gozas de vocablos estremecidos de grandeza, para comentar mis versos. Te quedo agradecido por ello y lo buena compañera poética que eres.

Desde la soledad de mi isla, un fuerte abrazo hasta allá.

José Manuel F. Febles

[José Manuel F. Febles]

="Ramón Castro Méndez"

Un maravilloso poema escrito con exquisita sensibilidad, con un tono nostálgico y altamente emotivo.
Mi felicitación.

Un fuerte abrazo, amigo José Manuel, desde el norte.

Gracias, querido compañero, por tus sensibles palabras a la humildad de mis versos.

Desde la soledad de mi isla, va un abrazo.

José Manuel F. Febles