todo fue, es y será
evolución sin fin ni comienzo,
lo eterno hace temblar
todos nuestros cimientos.
tras el final
el próximo encuentro.
entre los confines de la existencia,
metamorfosis incierta:
la grandeza se enmascara
tras míseras y roídas vestimentas.
ante nuestra cobardía,
agoniza la rebeldía.
palpitan entre tinieblas,
las mentes,
esclavas y adormecidas
transitan, impasibles,
entre nuestras propias heridas.
de un suicidio globalizado.
Asesinato consumado,
Gaia muere: es nuestra ofrenda
ante la madre naturaleza,
ante la diosa omnipresencia.
el amor derrama sus lágrimas,
baña, bajo la lluvia,
nuestro rostro de cenizas.