cose botones en las boceras de los cañones.
Teje remiendos con hilo negro
en las pateras de los infiernos.
Borda de blanco todas las telas
- llaman banderas -
donde se escudan los hombres santos.
Mi dulce Bruja forra con guata,
todo el acero regurgitado por las metrallas.
Teje muñecas festoneadas por las estrellas,
pega bolsillos donde encogerse las piruletas
- naranja y fresa –
mece bolillos para las novias de los presidios,
tiñe pañuelos de encaje y luna
donde las madres guardan la lluvia
- redonda y mansa -
por esos hijos de sus entrañas que los parieron
- y los perdieron –
en las llamadas santas cruzadas.

(No, no es nuevo el escrito, el escrito tiene ya años... y, el alma del escrito, siglos. El escrito, en forma de poema, grito a las no guerras, a la infancia, a la alegría, al pan y la esperanza)