Ignacio Mincholed escribió: ↑Vie, 04 Feb 2022 12:04 ...
Una desconocida mujer de rosa y piedra
me amó unas horas.
Así lo dijo:
Te he amado durante diecinueve horas,
después lloré por no poder amarte más.
Me dolían los ojos.
Me dolían las manos.
Me dolía el futuro.
Qué latente resulta la incógnita de los días no poblados.
Con el tiempo, también lloré unos minutos
por mi ignorancia, por el vacío de los amores anónimos,
por mi torpeza, por el eco de mi descuido.
–¿Cómo te llamas?
–Olvido.
...
¡Precioso, Ignacio!
Original poema que abre camino a lo que debe ser la poesía actual, en la cual ya tiene un puesto de honor.
Un abrazo.
Jerónimo