CLAIRE - Geranios de otro mundo

[Carmen Pla]

Preciosas imágenes que pulverizan, creando muy bello poema.
Me ha encantado!!!
Abrazos.

[Óscar Distéfano]

Un poemazo que me había perdido de leer, pues por esa fecha yo ya andaba por el foro. Me ha gustado mucho-mucho este trabajo, amigo. Tiene todos los ingredientes de un poema feliz: excelente enfoque, un ritmo preciso, y un final impactante. He leído el post completo con mucha atención y, ciertamente, se ha convertido en un documento histórico. Se valora, no solamente los comentarios atinados, avezados, de compañeros y dos compañeras entrañables que ya no están, sino, también, el proceso de lima que has ejecutado a lo largo del tiempo. Hecho que me resulta sumamente valioso y empático, porque yo trabajo de la misma manera: limando todo el tiempo. Ha sido una visita placentera y productiva para mí. Te felicito.

Un abrazo grande.
Óscar

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un placer leerte este poema de erotismo original y muy bello. Mi felicitación.

Gracias, Álvaro, por dejar tu huella en estos versos.

Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Estupendo este poema, las metáforas son impactantes y el último verso es para disfrutar.
Saludos.

Gracias, Victoria, por tus generosos comentarios.

Bicos e saúde.

[A. Satír]

Acá nos muestras con mucha destreza los años de escritura, la sabiduría para saber donde poner cada palabra, cada silencio, cada caricia y sensualidad en cada verso.
Solo queda aplaudir esta obra.

Saludos!

Satír.

[Ana García]

Cuánta belleza y sensibilidad demuestras en este poema, Ferreiro.
Poema y comentarios emocionan.
Te felicito.
Un abrazo.

[Julio Gonzalez Alonso]

Tremendo, Ferreiro, este discurrir por el amor de los geranios que, inevitable, solamente podían ser de otro mundo, el tuyo. Un abrazo con algo de nostalgia de los buenos tiempos, más prosaicos, adornados de los productos innombrables del mar... y un buen vino, Salud.

[Marisa Peral]

Coincido con Julio, estos Geranios sólo pueden ser de otro planeta o de la Nebulosa de Ferreiriño.
Felicidades amigo, es un gusto leerte siempre.
Biquiños.

[E. R. Aristy]

La mujer entrada, la mujer preludio,
la gran mujer en la revelación del verde tronco,
del triunfo de la piel bañada en la saliva
y en la humareda del sudor.

Ojos y sienes fuertemente sensitivos,
su gemido invadía el bosque,
vibrando las maderas de repente.
Su tormenta rompía el núcleo;
desviviendo la furia se invadía.
Vertida toda junta
se enamoraba del fulgor de las profundidades.
Mis ebrios dedos mimaban con candor
las flores blancas de los muslos,
la carne ardida a fuego lento.

Acaricié sus pechos
como a dos aves coloradas
o a los geranios de otro mundo,
y fue por eso que la amé
con la esencia que viene de lo otro.

Desde su título maravilloso y sugerente es un suspiro hasta el final.
Me alegra encontrar esta joya poética hoy. ¡Felicidades, Ferreiro!

[J. J. Martínez Ferreiro]

Tan profundamente erótico, como poético, con metáforas poderosas, suaves y perfectas.

Un placer recorrer tus versos, Ferreiro.

Un abrazo.

Graciñas, Isabel, por pasar y disfrutar de estos versos.

A ver para cuándo una visita. Se te echa de menos.

Bicos e saúde.

[Ramón Castro Méndez]

Un precioso poema exaltación de la mujer amada con un toque distintivo de sensualidad trufado, como no, de bellas y atinadas imágenes.
Todo un placer de lectura, amigo Ferreiro.
Enhorabuena.

Un fuerte abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Excepcional, amigo.

Te dejo un beso enorme
y mi Enhorabuena
Ana

Gracias, Ana Muela. Se te echa de menos por estos lares.

Bicos e saúde.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un placer leerte este poema de erotismo original y muy bello. Mi felicitación.

Gracias, Álvaro por tus generosos comentarios.

Apertas e saúde.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Estupendo este poema, las metáforas son impactantes y el último verso es para disfrutar.
Saludos.

Gracias, Victoria, Isabel, Ana Muela por vuestro generosos comentarios. Se os echa de menos.

Bicos e saúde.

[Alonso Vicent]

La mujer entrada, la mujer preludio,
la gran mujer en la revelación del verde tronco,
del triunfo de la piel bañada en la saliva
y en la humareda del sudor.

Ojos y sienes fuertemente sensitivos,
su gemido invadía el bosque,
vibrando las maderas de repente.
Su tormenta rompía el núcleo;
desviviendo la furia se invadía.
Vertida toda junta
se enamoraba del fulgor de las profundidades.
Mis ebrios dedos mimaban con candor
las flores blancas de los muslos,
la carne ardida a fuego lento.

Acaricié sus pechos
como a dos aves coloradas
o a los geranios de otro mundo,
y fue por eso que la amé
con la esencia que viene de lo otro.

Geranios o murcianas (que no es lo mismo), pero ese bosque promete, con esencias compartidas.
2009 y yo sin haberlo leído... Las joyas se camuflan incluso en poesía.
Todo un placer leerte, J J, y pues te lo digo.
Un abrazote camino a los campos.