-Crónica social-

[Israel Liñán]

Estamos muertos,
se escucha la letanía en los susurros,
pon atención, observa
los detalles...

Un valiente imitador de dios
muestra el cuchillo entre sus dientes.
Las bestias se recogen asustadas,
buscan la zanahoria en el establo
mientras del cielo, caen los escupitajos
que antes lanzaron
de manera condescendiente.

De la hoguera se salvan los equidistantes,
apenas se asoman para olisquear
el aroma a carne quemada,
son los virtuosos,
aquellos que borran nombres al azar,
aquellos que engrasan las bisagras
de las puertas que comunican
la realidad y el deseo.

Si ves que un día cualquiera
una frase manida
equivale al todo,
si una sencilla fórmula,
repetida, cortada y pegada
adquiere el poder de conjurar
la hipocresía,
corre, corre y no busques compañeros
que sostengan tus ideas
frente al absolutismo,
penetra por el ojo de la aguja
enjabonado con las babas del creador,
relaja el esfínter y siente el pellizco
estimulante de la impertinencia.

Estamos muertos,
algunos empiezan a sospecharlo.

[Marisa Peral]

Qué buen poema, Israel, un tanto sobrecogedor y crítico, acusador de las altas esferas diría yo.
Y observo un cambio de estilo, diferente al que nos tienes acostumbrados pero eso es bueno.
En cualquier caso, es un poema que no deja indiferente y me ha gustado.

Un beso y que el 2022 te traiga buenas cosas.

[Ana García]

Tardas un poco en aparecer y de repente, ¡zas! Un buen poema.
Cómo fastidian esos dichos, coletillas y palabras tan usadas. Sin pizca de originalidad (ojo, que algunos lo llaman sencillez, mandah...). Matan las palabras.
Te felicito por tu originalidad.
Un abrazo.

[Israel Liñán]

Marisa, Ana, muchas gracias por vuestros comentarios.

Un fuerte abrazo.

[Pilar Morte]

Este poema no deja indiferente, hace reflexionar y es hermoso. Me gustó leerte.
Abrazos

[Ramón Castro Méndez]

Muy sólido y muy logrado poema sobre los usos y costumbres en el comportamiento social.
Aplaudo tus versos.

Un abrazo.

[Rafel Calle]

Tan bello como interesante trabajo, amigo Israel, que, además, presenta versos muy inspirados.
Felicidades.
Abrazos.

[Ricardo López Castro]

Un deleite tu poesía.
Es sin duda un trabajo formidable.
Su lectura me ha atrapado, y encima con mensajes implícitos.
Enhorabuena, amigo Israel.
Abrazos y felicidad.

[Israel Liñán]

Pilar, Ramón, Rafel, Ricardo, muchas gracias por vuestros comentarios, gracias por dedicar un poco de vuestro tiempo a leer estos versos.

Un fuerte abrazo y feliz 2022.

[E. R. Aristy]

Estamos muertos,
se escucha la letanía en los susurros,
pon atención, observa
los detalles...

Un valiente imitador de dios
muestra el cuchillo entre sus dientes.
Las bestias se recogen asustadas,
buscan la zanahoria en el establo
mientras del cielo, caen los escupitajos
que antes lanzaron
de manera condescendiente.

De la hoguera se salvan los equidistantes,
apenas se asoman para olisquear
el aroma a carne quemada,
son los virtuosos,
aquellos que borran nombres al azar,
aquellos que engrasan las bisagras
de las puertas que comunican
la realidad y el deseo.

Si ves que un día cualquiera
una frase manida
equivale al todo,
si una sencilla fórmula,
repetida, cortada y pegada
adquiere el poder de conjurar
la hipocresía,
corre, corre y no busques compañeros
que sostengan tus ideas
frente al absolutismo,
penetra por el ojo de la aguja
enjabonado con las babas del creador,
relaja el esfínter y siente el pellizco
estimulante de la impertinencia.

Estamos muertos,
algunos empiezan a sospecharlo.

Me gusta mucho este poema que se limpia los pies y se aleja de la autocompasión desmedida , de la sobredosis de elogios, de las proyecciones. Me parece un poema de fondo y forma, bello. Te felicito, Israel. Abrazos, amigo poeta.

[Israel Liñán]

Estamos muertos,
se escucha la letanía en los susurros,
pon atención, observa
los detalles...

Un valiente imitador de dios
muestra el cuchillo entre sus dientes.
Las bestias se recogen asustadas,
buscan la zanahoria en el establo
mientras del cielo, caen los escupitajos
que antes lanzaron
de manera condescendiente.

De la hoguera se salvan los equidistantes,
apenas se asoman para olisquear
el aroma a carne quemada,
son los virtuosos,
aquellos que borran nombres al azar,
aquellos que engrasan las bisagras
de las puertas que comunican
la realidad y el deseo.

Si ves que un día cualquiera
una frase manida
equivale al todo,
si una sencilla fórmula,
repetida, cortada y pegada
adquiere el poder de conjurar
la hipocresía,
corre, corre y no busques compañeros
que sostengan tus ideas
frente al absolutismo,
penetra por el ojo de la aguja
enjabonado con las babas del creador,
relaja el esfínter y siente el pellizco
estimulante de la impertinencia.

Estamos muertos,
algunos empiezan a sospecharlo.

Me gusta mucho este poema que se limpia los pies y se aleja de la autocompasión desmedida , de la sobredosis de elogios, de las proyecciones. Me parece un poema de fondo y forma, bello. Te felicito, Israel. Abrazos, amigo poeta.

Gracias por tus palabras, estimada Roxane.

Un fuerte abrazo.