Madre

[Jerónimo Muñoz]

MADRE

Tus ojos se deslizaron sobre las frentes doradas,
una lágrima rebelde cayó gozosa por los acantilados hervidos,
tus dedos se entrecruzaron como vástagos fértiles
y tu gesto se hizo risa cuando percibiste una felicidad no de plomo,
una felicidad de voces pequeñas que aletean.
Como lluvia de abril, esparciste tu corazón por cristales vivos
y un orvallo de flores te devolvió el frescor de tu sembrado.
Pero pasan los años y tu aliento envejece,
las frentes son de acero que te cuidan del llanto,
tus dedos ya no bailan y tu risa es de vino.
Ante la incertidumbre que se abate sobre las expectativas truncadas y las pérdidas, encallas tu nave en las arenas de una playa sometida al destino.
Tu vientre está agotado y las frentes de acero, que antes fueron oro, se aproximan a ti con el fervor que solo pueden ofrecer los hijos santos.
Ha vuelto tu sonrisa apacible y mansa y ves pasar los días esperando la ración de amor que te dedican.

[Pilar Morte]

Emotivo a más no poder. Todo el poema rezuma amor en tus versos lúcidos y de una belleza que atrapa. Felicidades.
Abrazos

[E. R. Aristy]

MADRE

Tus ojos se deslizaron sobre las frentes doradas,
una lágrima rebelde cayó gozosa por los acantilados hervidos,
tus dedos se entrecruzaron como vástagos fértiles
y tu gesto se hizo risa cuando percibiste una felicidad no de plomo,
una felicidad de voces pequeñas que aletean.
Como lluvia de abril, esparciste tu corazón por cristales vivos
y un orvallo de flores te devolvió el frescor de tu sembrado.
Pero pasan los años y tu aliento envejece,
las frentes son de acero que te cuidan del llanto,
tus dedos ya no bailan y tu risa es de vino.
Ante la incertidumbre que se abate sobre las expectativas truncadas y las pérdidas, encallas tu nave en las arenas de una playa sometida al destino.
Tu vientre está agotado y las frentes de acero, que antes fueron oro, se aproximan a ti con el fervor que solo pueden ofrecer los hijos santos.
Ha vuelto tu sonrisa apacible y mansa y ves pasar los días esperando la ración de amor que te dedican.

Maravilloso homenaje a tu madre, Jerónimo. Me ha henchido el corazón. Un placer leerte, poeta. Abrazos, ERA

[J. J. Martínez Ferreiro]

De una sensibilidad apabullante conseguida a base unas imágenes que impactan en la retina por su poderosas plasticidad.

Todo un placer de lectura, joven viejo amigo Jerónimo.

Abrazos y salud.

[Rafel Calle]

Hermoso y emocionante trabajo, amigo Jerónimo.
Felicidades.
Abrazos.

[Jerónimo Muñoz]

Emotivo a más no poder. Todo el poema rezuma amor en tus versos lúcidos y de una belleza que atrapa. Felicidades.
Abrazos

Qué bien me comprendes, Pilar. Pero tu comprensión viene envuelta en unos elogios que no merezco, aunque te los atradezco con el corazón.
Abrazos.

Jerónimo

[xaime oroza carballo]

MADRE

Tus ojos se deslizaron sobre las frentes doradas,
una lágrima rebelde cayó gozosa por los acantilados hervidos,
tus dedos se entrecruzaron como vástagos fértiles
y tu gesto se hizo risa cuando percibiste una felicidad no de plomo,
una felicidad de voces pequeñas que aletean.
Como lluvia de abril, esparciste tu corazón por cristales vivos
y un orvallo de flores te devolvió el frescor de tu sembrado.
Pero pasan los años y tu aliento envejece,
las frentes son de acero que te cuidan del llanto,
tus dedos ya no bailan y tu risa es de vino.
Ante la incertidumbre que se abate sobre las expectativas truncadas y las pérdidas, encallas tu nave en las arenas de una playa sometida al destino.
Tu vientre está agotado y las frentes de acero, que antes fueron oro, se aproximan a ti con el fervor que solo pueden ofrecer los hijos santos.
Ha vuelto tu sonrisa apacible y mansa y ves pasar los días esperando la ración de amor que te dedican.

Tierno y estremecedor tu homenaje. Ah!, esa ración de amor tan esperada.
Gracias, amigo Jerónimo, por tan bello canto.
Abrazos.

[Óscar Distéfano]

Realmente emotivo. Un lujo. Un homenaje al amor infinito. Con el lenguaje culto que te caracteriza, has abrazado y besado a tu madre con las palabras más dulces y tiernas.
Me gustó mucho cómo las cláusulas largas con que decidiste terminar el poema, determinaron un ritmo calmo que se alargaba en el tiempo como ese amor infinito. Es una prueba más de que el ritmo incide en la semántica del verso. Mis aplausos.

Un abrazo fuerte, amigo poeta.
Óscar