PARA QUE UNAS MANOS TENUES CUREN MI MAL

[Javier Dicenzo]

Para que unas manos tenues curen mi mal

En la precipitada emoción por la palabra,
sobre los mares de lamentación letal,
cuando el viento sopla sin miramientos,
y el mar diluye cada gota de sangre,
se encienden las rosas prisioneras del amanecer.
Voy a espantar mil mariposas,
mil cielos destellantes de los árboles dolidos.
¿ Que ausencia me llama en el pasado?
Hay un fuego que abrasa mi alma,
una lenta metamorfosis de latencias.
¡ Oh , corazón prendido en el infierno!
¿Que mal he hecho para que me hieras dormido?
¿ Dónde están las flechas venenosas?,
que destrocen parpadeantes olas dulcificadas.
Voy a encender mil rosas puras,
esta presencia imposible de los dioses.
Eternamente rociaré con mi sangre todo,
todo este universo demencial y suicida,
para que unas manos tenues curen mi mal.

JAVIER DICENZO

[Javier Dicenzo]

Sara: Te hice caso ahora voy a puntuar todos mis poemas.
javier

[Blanca Sandino]

En la precipitada emoción por la palabra,
sobre los mares de lamentación letal,
cuando el viento sopla sin miramientos,
y el mar diluye cada gota de sangre,
se encienden las rosas prisioneras del amanecer.

Un buen comienzo, Javier, para tu poema que he leído con gusto.

Blanca

[Javier Dicenzo]

Blanca: Un abrazo, me esfuerzo en mi poesia.
javier

[Tristany Joan Gaspar]

Un poema muy bueno, donde viajas por el presente y por el pasado con los ojos puestos en el futuro
Me ha gustado mucho leerlo Javier.

Un fuerte abrazo

Joan

[Javier Dicenzo]

Trestany: Buen comentario el tuyo, un abrazo, gracias por pasar por mi poema.
javier