Lento suicidio, réquiem.

[Javier Cañas Belmar]

[LEFT] Palpitan inmisericordes,
incesantes pensamientos
configuran mis obsesiones,
martillean la mente
maldecida por mi mano,
la del hombre.

Evocan los recuerdos
de mi lento suicidio,
repitiendo en un latir constante:
eres tú el culpable,
el autor del mayor magnificidio
jamás conocido.[LEFT]
Matas al individuo,
al niño inocente
que llama a tu puerta
declamando la ausencia
de toda respuesta.

Con toda su vehemencia,
con todo su calor, él
llora su dolor. [/LEFT][LEFT]
Dolor que hago mío,
que tanto me quema
ahogando su voz.

Con mi ceguera, ignorancia,
con toda mi miseria,
en esta pantalla blanca
derramo un réquiem;
todas las letras
visten luto, lloran tu pena.

Perdóname,
excusa que nada vea,
aun hoy después de tanto oírte,
no te escucho, sigo relamiendo
las heridas de mi cobardía.[/LEFT]
[LEFT]
Sigo atenazado
cuando miro,
cuando nada veo,
todo lo que dentro de mí
tanto temo.

A ti, mi níño,
confieso la oquedad,
la nada de todo mi tormento,
de todo mi baldío sufrimiento, [/LEFT][LEFT]
a ti, mi niño,
te digo:
siento pavor
cuando me muestras
tu rostro,
mi rostro verdadero. [/LEFT][/LEFT]

[claudieta cabanyal]

Te he acompañado en este suicidio de la infancia..........
Aunque yo creo que somos lo que fuimos., las cosas cambian muy poco.
Un beso,

[Javier Cañas Belmar]

Te he acompañado en este suicidio de la infancia..........
Aunque yo creo que somos lo que fuimos., las cosas cambian muy poco.
Un beso,

Gracias amiga por tu fidelidad a mis sentimientos y compartirlos...sí, como dices, seguimos siendo los mismos...un afectuoso abrazo.

javi.

[Ricardo Serna G]

Javier Cañas Belmar,

Interesante poema

donde el yo interior
se descubre y6 muestra sus verdades...


Un gusto estar en tus versos


Un abrazo fuerte, amigo mío

[Javier Cañas Belmar]

Javier Cañas Belmar,

Interesante poema

donde el yo interior
se descubre y6 muestra sus verdades...


Un gusto estar en tus versos


Un abrazo fuerte, amigo mío

Muchísimas gracias Ricardo por tu visita a mis sentimientos...me dejaste como huella un acertado comentario que enriquece mis letras...gusto el mío al compartir. Un fuerte abrazo Poeta.

javi.

[Pilar Morte]

Me gustó pasar por estos versos del suicidio de la infancia. Comparto tu decir
Un abrazo
Pilar

[Javier Cañas Belmar]

Me gustó pasar por estos versos del suicidio de la infancia. Comparto tu decir
Un abrazo
Pilar

Gracias Pilar por leer mis sentimientos; gusto el mío al compartir. Un cálido y afectuoso abrazo.

javi.

[Joan Port]

[LEFT] Palpitan inmisericordes,
incesantes pensamientos
configuran mis obsesiones,
martillean la mente
maldecida por mi mano,
la del hombre.

Evocan los recuerdos
de mi lento suicidio,
repitiendo en un latir constante:
eres tú el culpable,
el autor del mayor magnificidio
jamás conocido.[LEFT]
Matas al individuo,
al niño inocente
que llama a tu puerta
declamando la ausencia
de toda respuesta.

Con toda su vehemencia,
con todo su calor, él
llora su dolor. [/LEFT][LEFT]
Dolor que hago mío,
que tanto me quema
ahogando su voz.

Con mi ceguera, ignorancia,
con toda mi miseria,
en esta pantalla blanca
derramo un réquiem;
todas las letras
visten luto, lloran tu pena.

Perdóname,
excusa que nada vea,
aun hoy después de tanto oírte,
no te escucho, sigo relamiendo
las heridas de mi cobardía.[/LEFT]
[LEFT]
Sigo atenazado
cuando miro,
cuando nada veo,
todo lo que dentro de mí
tanto temo.

A ti, mi níño,
confieso la oquedad,
la nada de todo mi tormento,
de todo mi baldío sufrimiento, [/LEFT][LEFT]
a ti, mi niño,
te digo:
siento pavor
cuando me muestras
tu rostro,
mi rostro verdadero. [/LEFT][LEFT] [/LEFT][LEFT] [/LEFT][LEFT] [/LEFT] [/LEFT]

Sucios barros entre nuestras manos moldeando al nuevo poeta.

Grandes versos, un placer.

[Javier Cañas Belmar]

[LEFT] Palpitan inmisericordes,
incesantes pensamientos
configuran mis obsesiones,
martillean la mente
maldecida por mi mano,
la del hombre.

Evocan los recuerdos
de mi lento suicidio,
repitiendo en un latir constante:
eres tú el culpable,
el autor del mayor magnificidio
jamás conocido.[LEFT]
Matas al individuo,
al niño inocente
que llama a tu puerta
declamando la ausencia
de toda respuesta.

Con toda su vehemencia,
con todo su calor, él
llora su dolor. [/LEFT][LEFT]
Dolor que hago mío,
que tanto me quema
ahogando su voz.

Con mi ceguera, ignorancia,
con toda mi miseria,
en esta pantalla blanca
derramo un réquiem;
todas las letras
visten luto, lloran tu pena.

Perdóname,
excusa que nada vea,
aun hoy después de tanto oírte,
no te escucho, sigo relamiendo
las heridas de mi cobardía.[/LEFT]
[LEFT]
Sigo atenazado
cuando miro,
cuando nada veo,
todo lo que dentro de mí
tanto temo.

A ti, mi níño,
confieso la oquedad,
la nada de todo mi tormento,
de todo mi baldío sufrimiento, [/LEFT][LEFT]
a ti, mi niño,
te digo:
siento pavor
cuando me muestras
tu rostro,
mi rostro verdadero. [/LEFT][/LEFT]

Sucios barros entre nuestras manos moldeando al nuevo poeta.

Grandes versos, un placer.

.......

Gracias Joan por compartir mis sentimientos y dejarme tu huella en ellos tan característica, explícita....y tus generosas palabras hacia mis humildes letras....placer el mío por verte entre ellas...un abrazo compañero...

javi.

[Javier Cañas Belmar]

[LEFT] Palpitan inmisericordes,
incesantes pensamientos
configuran mis obsesiones,
martillean la mente
maldecida por mi mano,
la del hombre.

Evocan los recuerdos
de mi lento suicidio,
repitiendo en un latir constante:
eres tú el culpable,
el autor del mayor magnificidio
jamás conocido.[LEFT]
Matas al individuo,
al niño inocente
que llama a tu puerta
declamando la ausencia
de toda respuesta.

Con toda su vehemencia,
con todo su calor, él
llora su dolor. [/LEFT][LEFT]
Dolor que hago mío,
que tanto me quema
ahogando su voz.

Con mi ceguera, ignorancia,
con toda mi miseria,
en esta pantalla blanca
derramo un réquiem;
todas las letras
visten luto, lloran tu pena.

Perdóname,
excusa que nada vea,
aun hoy después de tanto oírte,
no te escucho, sigo relamiendo
las heridas de mi cobardía.[/LEFT]
[LEFT]
Sigo atenazado
cuando miro,
cuando nada veo,
todo lo que dentro de mí
tanto temo.

A ti, mi níño,
confieso la oquedad,
la nada de todo mi tormento,
de todo mi baldío sufrimiento, [/LEFT][LEFT]
a ti, mi niño,
te digo:
siento pavor
cuando me muestras
tu rostro,
mi rostro verdadero. [/LEFT][/LEFT]

Sucios barros entre nuestras manos moldeando al nuevo poeta.

Grandes versos, un placer.

.......

Gracias Joan por compartir mis sentimientos y dejarme tu huella en ellos tan característica, explícita....y tus generosas palabras hacia mis humildes letras....placer el mío por verte entre ellas...un abrazo compañero...

javi.