¿Hasta cuándo?
Ha de llegar mi llanto.
Mi dulzura herida se ha dormido
entre los cardos.
Entre ellos,
espinados de tristeza,
lágrimas agujereadas
se destiñen,
y constriñen
al inmenso canal del precipicio.
Ha de llegar mi risa.
Mi pronta primavera de canciones
despertará algún día
entre las rosas
entre ellas
escritoras de la rima.
volaran dulzuras
al corazón abierto de mi vida.
Lloverán mis lágrimas.
¿Hasta donde?
Volará mi risa.
hasta que viva
sellada por la piedra negadora
abierta a la gruta de la virgen
abierta al fin mi alma liberada.
del primer momento de promesas,
donde tú, mi Dios,
me darás una carroza cantarina
para ser yo
un haz de luz
una febril antorcha de mi yo
mi yo
argumento de mi vida.