Aclaro que gatas peludas tengo dos, gatos tres... y una gatita mucho más grande que los comparte. Es ella la que les dejó subir a la cama, y ahora se hace difícil cambiar de postura a medianoche.Armilo Brotón escribió: ↑Lun, 31 May 2021 18:11 Nos estáis confundiendo, y casi escandalizando, aprovechando que los monjes del Corumelo tienen su pensamiento en Dios, que buscan el "re-cogimiento" y la oración en lugares alejados del mundanal ruido y los placeres de la carne. Sí, lo hacemos a menudo, dormir; en cualquier colchón de paja o vellón, e incluso en la fría piedra si el calor corporal así lo requiere.
No queremos saber a qué gatas os referís, ni cuántas tenéis por cabeza para el deleite. En esto sí no criticamos a nadie. Que la Paloma vigorosa, el Espíritu Santo que habla muchas lenguas, francés y griego incluido, os haga libres y sinceros, sin prejuicios, pues ya de viejos cualquier introducción es buena, para el comentario. Como bien loa el gran poeta Alonso, no quise por respeto hacer referencia a lo que realmente quería decir, a la alegoría manifiesta; Dios lo lleve a su Gloria lo más tarde posible ¡que los fluidos inunden las estancias! ¡Hay que mojarse coño!
Amén, perdona mi Señor este descaro.
Nos vemos pronto.
Un abrazo y salucita; que el vino se nos convierta en sangrita.
En el monte del Caroig, dios, que es amigo mío, me dice que me recoja, que me explaye, que duerma con quien tenga sueño y que me desvele si el sueño lo permite.
La paloma o espíritu mudo, “osease” el espíritu santo, allí no tiene ningún poder. Allí mandan las águilas, los cuervos (negriiitos), los búhos y cárabos... Pero vino siempre hay para bendecir la mesa, y los peces se multiplican y se convierten en chuletones.