
Pocas cosas seguras en la vida.
Me explico para ti cuanto tú quieras.
Me explico para ti cuando tú quieras.
Ciénagas que se cubren con tu velo, mi cortina de humo.
Literalmente hablando, todo esto ha sido y es sentido literal.
Hay suelas despegadas saltando en las esquinas inundadas de orina.
También gente con cuentas en paraïsos fiscales.
No, traten no, de ver la profunda sazón de mis palabras.
Es la extrapolación de una vida perdida.
Te tuve, niña linda, noche a noche.
Pocas caricias hay que despierten mis vértebras.
Unas son de cartón, otras son de venderme a puerta fría.
No soy un vagabundo, ni me siento tan libre como para embaucarte.
He sido lo que soy, ojos que se circundan y se alejan.
La visión periférica, pecho partido en dos.
Dios o amor, lo que sea, cualquier cosa me vale con tal de que me enjaulen en una muerte mixta.