dialogo con el verdugo

[oscar alberdi sainz]

Es curioso, el verdugo mostró interés
por saber si me encontraba bien.
Le respondí como si no se tratara de él
que estaba harto de vivir momentos históricos.

- Tranquilo –respondió- tampoco el futuro
es lo que era. No tardaran en enviarnos de nuevo
a un falso Mesías; al autentico,
lo han dado por desaparecido
desde que alguien tuvo la brillante idea
de contarle lo que de él se esperaba.

No convencido por esta interpretación,
pero menos inquieto
por saber que no soy el ansiado,
le replico en pie sobre el cadalso:
-¿es esto el tiempo?

Leo en su mirada,
atraves del verduguillo
con diseño de calendario,
fingir no haber oído nunca
esta misma pregunta.

-¿Tienes en tu agenda de sueños
alguno aun por visitar?

- me conformaría con volver
al momento justo de inmensa satisfacción
mientras cometía alguno de mis supuestos crímenes

- reconoces entonces tener las manos
manchadas de sangre….

-después de cada acto me las limpiaba,
además me desprecias
porque sabes que yo disfrutaría con tu oficio.

- ¿es esa tu ultima voluntad? estas loco.

-loco esta quien puede no quien quiere,
además el sentido común es una peste,
y tú eres la cordura de la que huyo,
querido colega matarife.

-por eso llevas media vida evitándome?



-perdona – le interrumpo- no es como lo quieres ver,
tú y yo no nos parecemos
a pesar de regentar negocios en la misma calle;
para ti esto es la parte engorrosa de tus funciones
y para mí sería un placer; tú necesitas este trabajo
para sobrevivir, y yo, no puedo
hacer otra cosa en todo el día;
tú sudas mientras yo me correría,
tú recordaras esta conversación,
yo no olvido ninguna cara.

- Sabes, vas a morir.

-¿Y mis clientes no vivian temerosos de la parca?
Lo que hice fue introducir en sus vidas
la inesperada sorpresa de quien les iba a decir
de que finalmente no se iban a despedir
porque el inmenso dolor en el brazo
se lo impidiera; que no sería un despiste
sobre cuatro ruedas
lo que les llevara al traje de madera;
y si alguno ya no vivía contento
le he ahorrado el trabajo de explicarse en una carta…

-por cierto, como el momento se acerca
¿tienes algo mas que decir?

-la huella de mis pecados será mi carta de despedida

-¿sabias que iras al infierno?

-conozco mas gente allí que en cielo….

[Maika Silva]

Ese final lo resume todo. ¿A quiñen esperamos ver en ese Cielo prometido cuando todos somos verdugos y culpables?Podemos fingir no ver, hacernos los distraídos acerca de nuestras propias culpas, olvidar que hemos sido partícipes del caos desde el nacimiento, nos han enseñado a reproducir la crueldad.Podríamos esperar eternamente la promesa de un mesías que -a lo largo del tiempo- ha cambiado de caras pero ha sido siempre un fraude de las religiones, una mera excusa más para legitimar su autoridad erigida con sangre.Pero el mesías ha estado siempre, solo que hemos estado mirando hacia el sitio equivocado. Esperamos a alguien que arregle lo que hemos creado por mano propia. ¿No sería algo más coherente hacer algo al respecto nosotros mismos?Maravilloso poema, caballero..:Tati:.