Tras del espejo (A Francisco Lobo)

[Mario Martínez]

Leído el magnífico poema "Al otro lado" de mi buen amigo Paco Lobo, me permito dedicarle éste mío con tema parecido, escrito hace algún tiempo, lo que quizá corrobore lo mucho aprendido de él a lo largo de estos años.


Tras del espejo



Estoy al otro lado del espejo
mirándome mirar, como otras veces,
juzgando su expresión, asimilando
barruntos de vejez bajo las sienes.
Me cuesta estar aquí, en la trastienda
del bruñido cristal, tomando nota
de cada nueva arruga, cada signo
que muestra su figura decadente.
Un día y otro día, mientras sale
desnudo de la ducha y se prepara
a rasurar la barba en mi presencia.
Desde el azogue observo compungido
el paso de la vida y sus estragos,
la blanca piel del uso tan ajada,
la pertinaz calvicie, y esa frente
surcada de inquietudes que ayer fuera
la tersa superficie del sosiego.

Miro sus tristes ojos, apagados
de tanto encender sueños, las mejillas
hundidas bajo el lifttin compasivo
del jabón de afeitar; sus hombros lacios,
cargados con el peso responsable
de cada devenir; la prominencia
de un abdomen que grita los excesos.
Un sexo aletargado que vio lustros
de regia consistencia. Las gacelas
que fueran sus dos piernas, inservibles
para correr sin suerte más caminos.

Termina de asearse. Cuando marcha
del albornoz cubierto, noto el eco
de un sabor agridulce en la memoria
recordando la imagen que vi fuera;
sabiendo que yo aquí, tras de mi espejo,
en mi mundo carente de tensiones,
conservo la apariencia de un chiquillo.





Mario.

[Aubriel Camila de la Prad]

¡Qué bueno, Mario!
Es muy profundo, terminé sin embargo de leerlo con una sonrisa.
Me encanta el final, la imagen "que guarda el espejo".

Besos y felicitaciones.

[Pilar Morte]

Me gustó mucho tu poema, como ves el paso del tiempo, real como la vida
Un abrazo
Pilar

[Julio Gonzalez Alonso]

Nos pones con tu poema a cada cual en su sitio, Mario. Estupenda composición que concluye de manera harto simpática y amable:

()Cuando marcha
del albornoz cubierto, noto el eco
de un sabor agridulce en la memoria
recordando la imagen que vi fuera;
sabiendo que yo aquí, tras de mi espejo,
en mi mundo carente de tensiones,
conservo la apariencia de un chiquillo.

Bueno, pues nos traes algo más que una sonrisa con esta reflexión. Aplausos.
Salud.

[Maika Silva]

El paso del tiempo y la decadencia físico-corporal que determina el mismo, es algo inevitable y abrumador. Pero lo es más en estos tiempos donde existe una cultura de la imagen, de culto a la juventud y a la belleza externa.Creo que todos sentimos pánico al ver esa imagen de nosotros mismos y recordarnos en la flor de la vida en otros tiempos. Y, es que la vida pasa demasiado rápido, se escurre entre los dedos y no podemos detener los procesos naturales, por mucho que los científicos lo intenten...quizás lo detengan por un tiepo corto, pero es absolutamente inevitable.Ello siempre me ha hecho pensar que, tanto el miedo a la vejez como el miedo a la muerte, es parte de nuestra cultura, de cómo vemos a ambas cosas. Si mal no recuerdo, en otras épocas, el anciano era el sabio, el más respetado del grupo; y la muerte era celebrada como liberación y como algo bueno. Lo sé, hablamos de otros tiempos, de otra gente...hablamos de personas primitivas...Aún así no dejo de preguntarme quiénes son los ignorantes: ¿aquellos que rendían culto a la muerte y a la vejez, dando lugar a que se redujese la ansiedad que ello produce, o esta cultura a la belleza extrena que ha determinado que adolescentes se mueran de inanición por decisión propia; que las personas tiendan a suicidarse por las crisis de las distintas edades o por no lograr alcanzar a la "persona modelo"?Quizás digo cosas absurdas, pero, definitivamente, desearía que fuesemos algo más "primitivos" en todo caso.Su poema es fabuloso, definitivamente debo leer el poema de su amigo al que alude.Saludos y...disculpe, creo que me extendí un poco....:Tati:.

[Mario Martínez]

Hola Aubriel
Me alegra que el poema te haya gustado, amiga mía y no huyas jamás de los espejos, son sabios.
Un abrazo.
Mario.

[Blanca Sandino]

Magnífico poema, Mario, que añade el interés de estar dedicado a un gran poeta, a mí, igual que a ti, me lo parece, por otro gran poeta.

Me ha hecho ilusión pensar que mi espejo, posiblemente, no me mienta. Y me ha divertido el final.

Aplausos.

Blanca

[Francisco Lobo]

Gracias, mi querido amigo, por la dedicatoria. El tema del espejo es tratado por muchos poetas. En tu espejo ves un hombre camino hacia la vejez, en el mío ya ni eso, solo unos ojos en los que se puede descubrir aún al niño que se fue . Sabes que apenas comento, por mi falta de vista, pero no podía dejar pasar la ocasión para salaudarte como tú mereces, mi gran amigo. Un abrazo.

[Bibiana de Febrero]

Muy bueno este poema, REFLEXIÓN es lo que hace el espejo, justamente...
El cierre, conmovedor, porque en realidad... todos nos sentimos (bueno, creo) así, unos chiquillos. Esos niños que no dejamos salir.
Me ha encantado esta lectura.
Un abrazo.

[Mario Martínez]

Hola Julio

Me alegra que te hayan gustado estas reflesiones en voz alta escritas en endecasílabos.
Supongo que era un día en el que me sinceraba conmigo mismo.
Un fuerte abrazo.
Mario.

[Mario Martínez]

Hola Maika

El paso del tiempo y la decadencia físico-corporal que determina el mismo, es algo inevitable y abrumador.

Y puede ser sobrellevado de mejor o peor manera, amiga mía. Yo, pese a lo expuesto en el poema, no lo llevo del todo mal. Gracias por tu paso. Un abrazo.
Mario.

[Mario Martínez]

Hola Paco

No tienes que darme tú a mí las gracias, amigo mío, si no yo a ti, por lo mucho que me enseñaste con tus poemas y tus magistrales lecciones.
Me alegra que te haya gustado. Un abrazo y cuidáte esos ojos. Un abrazo.
Mario.

[Rafel Calle]

Un excelente trabajo, querido amigo Mario, este poema en versos endecasílabos escritos por una pluma que los traza como pocas, la tuya.
La dedicatoria al amigo Paco Lobo es entrañable.
Felicidades a los dos, queridos colegas.
Os mando un fuerte abrazo.

[Lara Albertus]

Mario querido amigo.

Leerte es para mi siempre un placer enorme,
hoy me desperté con este gran poema dedicado al gran amigo y maestro
Paco Lobo, al que le profeso un gran cariño y asmiración,
dos monstruos unidos, felicidades a ambos, al inspirador y al poeta.

Besos grandes

Carmen

[Mario Martínez]

Hola Bibiana
Esos niños que no dejamos salir.

Ojala lo hiciésemos de vez en cuando.
Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
Mario.