Rastro

[Carmen Pla]

No me alcanza ni llego a la desolación última
de ver por la noche el resplandor propio
que esboza nuestro destino.
No franqueo la prisa
de vagar contigo en las aguas
estancadas sin cesar de escuchar el valor
y sin dejar de ver nuestras nubes
matinales en la sincera voz
que nos toca los labios en un odre
de vino.
Es en el tiempo y en tu viento
arriado donde me ausento
desgarrando tus viejas reliquias
y tus horizontes de ojos y bocas.
Es el lugar cercano
que me destina a tu espejo el mirarme
y me alcance tu noche, tus pasos, la dirección
de tus manos peregrinando mi cuerpo
y el aire flote a nuestro alrededor.
La idolatría de transitar un refugio
cuando la casa está vacía oscilando sombras
y sentir las horas inalcanzables sin proteger mis fríos,
sin perpetrar un regreso, sin descubrir la sábana
que nos cubre y no hallarte es una forma más
de estar contigo. No me alcanza

[Julio Gonzalez Alonso]

No me alcanza ni llego a la desolación última
de ver por la noche el resplandor propio
que esboza nuestro destino.
No franqueo la prisa
de vagar contigo en las aguas
estancadas sin cesar de escuchar el valor
y sin dejar de ver nuestras nubes
matinales en la sincera voz
que nos toca los labios en un odre
de vino.
Es en el tiempo y en tu viento
arriado donde me ausento desgarrando
tus viejas reliquias y tus horizontes
de ojos y bocas.
Es el lugar cercano que me destina
a tu espejo el mirarme
y me alcance tu noche, tus pasos, la dirección
de tus manos peregrinando mi cuerpo
y el aire flote a nuestro alrededor.
La idolatría de transitar un refugio
cuando la casa está vacía oscilando sombras
y sentir las horas inalcanzables sin proteger mis fríos,
sin perpetrar un regreso, sin descubrir la sábana
que nos cubre y no hallarte es una forma más
de estar contigo. No me alcanza

Hay formas y formas de sentir, vivir y mantener el amor incluso en la ausencia. Me alegra inaugurar este turno de comentarios, Carmen.
Salud.

[Alejandro Costa]

No me alcanza ni llego a la desolación última
de ver por la noche el resplandor propio
que esboza nuestro destino.
No franqueo la prisa
de vagar contigo en las aguas
estancadas sin cesar de escuchar el valor
y sin dejar de ver nuestras nubes
matinales en la sincera voz
que nos toca los labios en un odre
de vino.
Es en el tiempo y en tu viento
arriado donde me ausento desgarrando
tus viejas reliquias y tus horizontes
de ojos y bocas.
Es el lugar cercano que me destina
a tu espejo el mirarme
y me alcance tu noche, tus pasos, la dirección
de tus manos peregrinando mi cuerpo
y el aire flote a nuestro alrededor.
La idolatría de transitar un refugio
cuando la casa está vacía oscilando sombras
y sentir las horas inalcanzables sin proteger mis fríos,
sin perpetrar un regreso, sin descubrir la sábana
que nos cubre y no hallarte es una forma más
de estar contigo. No me alcanza

Con toda el alma de Carmen.
Elegante y bello.
Un besazo.

[Lunamar Solano]

Colmado de emoci´ón y sensibilidad querida amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Carmen Pla]

No me alcanza ni llego a la desolación última
de ver por la noche el resplandor propio
que esboza nuestro destino.
No franqueo la prisa
de vagar contigo en las aguas
estancadas sin cesar de escuchar el valor
y sin dejar de ver nuestras nubes
matinales en la sincera voz
que nos toca los labios en un odre
de vino.
Es en el tiempo y en tu viento
arriado donde me ausento desgarrando
tus viejas reliquias y tus horizontes
de ojos y bocas.
Es el lugar cercano que me destina
a tu espejo el mirarme
y me alcance tu noche, tus pasos, la dirección
de tus manos peregrinando mi cuerpo
y el aire flote a nuestro alrededor.
La idolatría de transitar un refugio
cuando la casa está vacía oscilando sombras
y sentir las horas inalcanzables sin proteger mis fríos,
sin perpetrar un regreso, sin descubrir la sábana
que nos cubre y no hallarte es una forma más
de estar contigo. No me alcanza

Hay formas y formas de sentir, vivir y mantener el amor incluso en la ausencia. Me alegra inaugurar este turno de comentarios, Carmen.
Salud.

Gracias, Julio.
Pues me alegra verte en ese posible inicio.
Salud, compañero

[Guillermo Cumar.]

Qué bien se movió tu inspirada palabra en estos impulsivos versos, amiga. La metáfora se puso valiente y con ella
tu imaginación haciendo de la tuyas.

Un abrazo

[Carmen Pla]

No me alcanza ni llego a la desolación última
de ver por la noche el resplandor propio
que esboza nuestro destino.
No franqueo la prisa
de vagar contigo en las aguas
estancadas sin cesar de escuchar el valor
y sin dejar de ver nuestras nubes
matinales en la sincera voz
que nos toca los labios en un odre
de vino.
Es en el tiempo y en tu viento
arriado donde me ausento desgarrando
tus viejas reliquias y tus horizontes
de ojos y bocas.
Es el lugar cercano que me destina
a tu espejo el mirarme
y me alcance tu noche, tus pasos, la dirección
de tus manos peregrinando mi cuerpo
y el aire flote a nuestro alrededor.
La idolatría de transitar un refugio
cuando la casa está vacía oscilando sombras
y sentir las horas inalcanzables sin proteger mis fríos,
sin perpetrar un regreso, sin descubrir la sábana
que nos cubre y no hallarte es una forma más
de estar contigo. No me alcanza

Con toda el alma de Carmen.
Elegante y bello.
Un besazo.

Me alegra que te guste, Alejandro.
Gracias.
Besos

[Carmen Pla]

Colmado de emoci´ón y sensibilidad querida amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Gracias, Nancy.
Agradezco tus generosas palabras.
Con cariño.

[Carmen Pla]

Qué bien se movió tu inspirada palabra en estos impulsivos versos, amiga. La metáfora se puso valiente y con ella
tu imaginación haciendo de la tuyas.

Un abrazo

Gracias, Guillermo.
La verdad es que suelo jugar mucho con ella, a veces me respeta y otras no.
Pero ahí queda hoy. Agradezco tus amables palabras.
Un abrazote

[Rafel Calle]

Recordando la poesía de Carmen Pla.

[E. R. Aristy]

No me alcanza ni llego a la desolación última
de ver por la noche el resplandor propio
que esboza nuestro destino.
No franqueo la prisa
de vagar contigo en las aguas
estancadas sin cesar de escuchar el valor
y sin dejar de ver nuestras nubes
matinales en la sincera voz
que nos toca los labios en un odre
de vino.
Es en el tiempo y en tu viento
arriado donde me ausento
desgarrando tus viejas reliquias
y tus horizontes de ojos y bocas.
Es el lugar cercano
que me destina a tu espejo el mirarme
y me alcance tu noche, tus pasos, la dirección
de tus manos peregrinando mi cuerpo
y el aire flote a nuestro alrededor.
La idolatría de transitar un refugio
cuando la casa está vacía oscilando sombras
y sentir las horas inalcanzables sin proteger mis fríos,
sin perpetrar un regreso, sin descubrir la sábana
que nos cubre y no hallarte es una forma más
de estar contigo. No me alcanza

No nos alcanza ésta vida. Quedamos con pies al descubierto, y hace frío. Carmen qué profunda tu voz y qué relevante tu suplicio de amor. Un abrazo, eterno. ERA