Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Gracias, Jerónimo por tu paso y generosos comentarios. Celebro que hayas disfrutado de estos versos.Jerónimo Muñoz escribió:Me encantan tus variados estilos, J. J. En este poema (precioso, me apresuro a decir) te muestras sensiblemente accesible, como sin duda tú lo has deseado. Da gusto leer esta pequeña gran joya poética.
Un abrazo, joven viejo amigo.
Jerónimo
Gracias, maestro Julio, por apuntarte a este viaje. Por estos lugares el virus ni se acerca, la pasión lo aniquilaJulio Gonzalez Alonso escribió:No sabía de este viaje a Sevilla. Me saco billete. Me ha encantado este poema breve. Abrazo, amigo Ferreiro.
Salud.
Lirismo y erotismo a partes iguales en estos instantes capturados de ese viaje hacia Sevilla...J. J. Martínez Ferreiro escribió:El silencio despierta,
huye y se esconde
en la tierra caliente de esta planicie
que excitada desnuda su trigo contra el cielo.
Crepitan pájaros inmóviles
en el azul más puro, en el deseo grana.
Una rosada pulpa
tiembla en sus muslos rubios.
Un jadeo cual eco que se oprime,
reflejo que transpira,
asciende rayando la tarde.
Nadie lo escucha.
El tiempo cabecea en un instante
desmesuradamente largo,
[tab=133]lento.
Una joya que me alegra ver suspendida en el tiempo y enmarcada en la belleza viva de tu sensible genialidad, Ferreiro. Abrazos, ERAJ. J. Martínez Ferreiro escribió: ↑Dom, 12 Abr 2009 12:46 El silencio despierta,
huye y se esconde
en la tierra caliente de esta planicie
que excitada desnuda su trigo contra el cielo.
Crepitan pájaros inmóviles
en el azul más puro, en el deseo grana.
Una rosada pulpa
tiembla en sus muslos rubios.
Un jadeo cual eco que se oprime,
reflejo que transpira,
asciende rayando la tarde.
Nadie lo escucha.
El tiempo cabecea en un instante
desmesuradamente largo,
[tab=133]lento.
