prietas en la noche de tu boca,
cruza el hondo de la umbría
y ven.
Toma la luz,
pálpaLA,
tiéntaLA,
amásaLA
como amasas el pan ácimo de tu vida.
Es trémula ¿ves?
quiere sentirse en ti para que seas rayo
y te vistas de ola,
desnuda de ti.
Ven,
traspasa el umbral de la vida
y vive.
Los que decimos palabras al filo de lo imposible
te esperamos
en la redondez tangible de la Esperanza.
(Mujer de hoy y de todos los días, mujer sin gritos ni alharacas, mujer-mujer que tienes el don más grande del mundo: capacidad de dar la vida. Mujer y hombre, personas ambos. A vosotros, desde mi mar)
Reed.