un poco de mis sueños olvidados;
y el aroma de nardos perfumados,
se trepa en mi ventana y me serena.
Yo quiero ser la sangre en tu latido,
el sol, iluminando mis laderas,
el viento sacudiendo mis praderas,
un beso enamorado y florecido.
No quiero prolongar esta distancia,
que propone tu mar salado y frío,
yo quiero de las flores su fragancia.
Quisiera tu costado al lado mío,
la tibia madrugada y su elegancia,
beberme de tus labios el rocío