Ricardo José Lascano escribió:Magistral entrega de tu arte. Me parece un sonero maravilloso.
Gracias, querido amigo, es una gran alegría para mí leer tu comentario.
Un saludo de amistad.
Óscar
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Ricardo José Lascano escribió:Magistral entrega de tu arte. Me parece un sonero maravilloso.
Nésthor Olalla escribió:Espléndido soneto y magistral el cierre.
Un gusto pasar por tus letras, compañero.
Un placer pasar por tu hermoso soneto, Óscar. Realmente inspirado. Me ha gustado mucho.Óscar Distéfano escribió:
Invocación a Mefisto
Para cantar, Mefisto, los eternos
cantares, ¿qué te diera de mi suerte?
¿Mis últimos albures y, en mi muerte,
el alma, como Fausto, a los infiernos?
¿Y en canje por la pura poesía?
En la ansiedad azul de mi obsecuencia,
con afónica voz, sin elocuencia,
sólo entono pueril melancolía.
Si me dieras el sueño de las rosas,
el numen de las almas luminosas,
el ruiseñor de Keats, su azul latido,
te concediese, como el fiel inFausto,
mi eternidad de pira en holocausto,
y unos versos inmunes al olvido.
Agradecido por tu visita, amigo. Es un honor recibir tus palabras.Quinteño de Greda escribió:Óscar, si hay algo que me gusta de un poema, y en éste caso de tu soneto, es el uso de los puntos de interrogación.
En tu primer cuarteto, haces alarde de un barroquizante estilo poético que me agrada y a la vez lo hecho en falta en muchos de los modernos sonetos de cuantos leo.
Mi felicitación con un cordial abrazo.
Rafel Calle escribió:Arriba con este hermoso soneto de Óscar.
Carmen López escribió:Bellísimo soneto Óscar. Un placer pasar por tu poema.
Un abrazo.
Carmen
Óscar Distéfano escribió:
Invocación a Mefisto
Para cantar, Mefisto, los eternos
cantares, ¿qué te diera de mi suerte?
¿Mis últimos albures y, en mi muerte,
el alma, como Fausto, a los infiernos?
¿Y en canje por la pura poesía?
En la ansiedad azul de mi obsecuencia,
con afónica voz, sin elocuencia,
sólo entono pueril melancolía.
Si me dieras el sueño de las rosas,
el numen de las almas luminosas,
el ruiseñor de Keats, su azul latido,
te concediese, como el fiel inFausto,
mi eternidad de pira en holocausto,
y unos versos inmunes al olvido.