estar y morar en ti, residirte,
moverme y sentirte, pensarte y respirar,
tenerte, tocarte y conocerte, vivirte y mutuamente revivirnos,
incendiarme contigo y brillar,
iluminar y ser iluminado;
resistir y resistir,
luchar,
ganar y perder,
pero al fin perder, entregar y entregar,
caer y caer...
más, aún: sumergirme en tu vida para definitivamente fulgir por siempre y desaparecer;
... y es que eres tan íntima y fuerte amante, tan ardiente y sublime, tan poderosa,
como una torva de furias, como una daga de fuego.
***
Antonio Justel
https://www.oriondepanthoseas.com
***