Bruno Laja escribió:Es buenísimo, ERA. El objeto de la diletancia se vuelve diletante. Me encanta el nervio del poema, cómo los referentes del discurso vienen a estrellarse contra el movimiento de esa estrella que todos llevamos en la frente. La historia, el mundo, como un cúmulo de cráteres dentro de la oscuridad y un pequeño brillo dentro de nosotros, bailando, sorteando, sacudiéndose. Es bello asentir ante esto, ver que la lengua ha desgastado unas cuantas palabras para poder poner a salvo un ganglio óntico y poético. La lengua sufre el gasto, y cuando no puede más, ese ganglio muda, dejando una estelita transparente, o una gran estela funeraria, o un testimonio que no se interroga porque ya sabe que es una muesca en el pulso.
El final es poderosísimo, hace sonreir con luz. Pienso en payasos que lloran de alegría debajo del maquillaje de la alegría. En ojos en blanco que se parecen a la luna. En la luna que se parece al gozo eterno de lo suspendido, donde se baila para desplazar toda adyacencia y toda gravedad.
Un placer, ERA. Abrazos.
Yo pienso en ti,Bruno. Qué intensamente bella es tu alma. Un abrazo grande, siempre. ERA