
desgranar los panfletos
los anuncios que acaso son efímeros
los productos nocivos de mi lista
siempre empiezan por giros bruscos de la conciencia
o por cambios sintéticos en este decorado que es mi vida
condicionados siempre por el grito que pude bautizar
como alguna fogata sin residuos
donde pueda nacer el fuego limpio
que recupere el aire quizá de lo perdido
o cuya consistencia me adentre en las albricias
que no tienen principio ni final
las absurdas nociones resultan inservibles
como una metafísica refugiada del viento
o el reflejo del alba en tus pupilas
procreando un eclipse
recreando lo injusto que es sentir
en la piel de un poema
justo al pie de un papel
que se eleva y me entierra en un osario
de viejas ilusiones
entre las que un adorno vale infinitamente
más que el alma humana