La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Yo, como un mundo
con ventanas cerradas por dentro,
de vida sin peso colgada de los cristales,
de gotas de cielo vacío,
en un hálito con ojos negros,
sensible al frío de la piedra,
al destino,
a la tierra viva,
a las luces de los hombres;
un ramo de flores en pedazos
con las cejas de la noche en mi cara,
con sus colores sencillos
soñando en el fondo de la estrella
en siete cisnes blancos,
en treinta soles azules
con dolores de parto e historia;
doce partes de alas invisibles
sacando las sombras de los fuegos
en aire ardiente,
echando sus raíces,
desnudos,
a galope,
girando,
cazando la música con sus dientes;
puños amarillos, sesenta veces engendrados
en miel y oro con aguja de arco iris,
en agua detrás de cada ataúd del universo.
Ricardo Serna G escribió:
cazando la música con sus dientes;
puños amarillos, sesenta veces engendrados
en miel y oro con aguja de arco iris,
en agua detrás de cada ataúd del universo.
Hermoso poema, Ricardo, me gustaron de manera especial sus últimos versos. Mis felicitaciones y un fuerte abrazo, querido amigo.
Yo, como un mundo
con ventanas cerradas por dentro,
de vida sin peso colgada de los cristales,
de gotas de cielo vacío,
en un hálito con ojos negros,
sensible al frío de la piedra,
al destino,
a la tierra viva,
a las luces de los hombres;
un ramo de flores en pedazos
con las cejas de la noche en mi cara,
con sus colores sencillos
soñando en el fondo de la estrella
en siete cisnes blancos,
en treinta soles azules
con dolores de parto e historia;
doce partes de alas invisibles
sacando las sombras de los fuegos
en aire ardiente,
echando sus raíces,
desnudos,
a galope,
girando,
cazando la música con sus dientes;
puños amarillos, sesenta veces engendrados
en miel y oro con aguja de arco iris,
en agua detrás de cada ataúd del universo.
--Hoy, setenta y cinco veces engendrados--
Muy buen poema Ricardo, en ese sentimiento universal, que pintas con arte y maestría... en cada verso.
Un fuerte abrazo Poeta
salud!
suerte
y sé feliz
cuídate mucho