Acaso la nada

[Óscar Distéfano]

Óscar,

muy bueno el soneto inglés, en tu línea actual de reflexión metapoética, de estudio psicológico y estético de la figura del poeta, desde un punto de vista no exento de romanticismo, pero también de rigor existencial. En mi opinión, estás a un gran nivel, amigo, felicidades.

Abrazos

Gracias, Pablo. Es una alegría tenerte por estos lares, y leer tu amable comentario. Salgo y vuelvo a mi línea clásica; es como que la experimentación a veces me lleva por caminos escabrosos, y regreso a los senderos de caminatas serenas. Me estimulas.

Un abrazo fuerte, amigo.
Óscar

[javier eguilaz]

Acaso la nada

Acaso en el inicio de tu meta
tus ímpetus le dieron al destino
un rumbo cierto, un lúcido camino,
que conduce al laurel del buen poeta.

Acaso en la avidez de hallar el canto
que registra verdades de la vida
notaras que, además de la partida,
es la quimérica canción tu espanto.

Presumes en tu nítida conciencia
haber hecho lo digno, lo correcto,
y maldices la infamia del trayecto,
pues la gloria alejó de tu existencia.

Noche tras noche, sobre tu almohada,
esbozas la canción desesperada.

Óscar, me gusta como haces transitar tus reflexiones en el poema, con tranquilidad, pero contundentemente.
un fuerte abrazo
salud!
suerte
y sé feliz
cuidate mucho

[Ricardo Serna G]

Óscar


Magnífico soneto, compañero
con la calidad de tu pluma..


te felicito


Un abrazo fuerte

feliz día, siempre

[Antonio Justel]

... informado-ilustrado, con conciencia sobrada acerca de los sesgos poéticos, - y una vez más - acudimos, Óscar, poeta, poeta, a la lectura de este trabajo fabricado con exactitud de los ladrillos y la belleza de la arquitectura expresada. a. justel/Orión

[Lunamar Solano]

Recorridos que arden en la desnudez de los silencios querido amigo...
Un gusto leerte...cuídate mucho!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[E. R. Aristy]

Acaso la nada

Acaso en el inicio de tu meta
tus ímpetus le dieron al destino
un rumbo cierto, un lúcido camino,
que conduce al laurel del buen poeta.

Acaso en la avidez de hallar el canto
que registra verdades de la vida
notaras que, además de la partida,
es la quimérica canción tu espanto.

Presumes en tu nítida conciencia
haber hecho lo digno, lo correcto,
y maldices la infamia del trayecto,
pues la gloria alejó de tu existencia.

Noche tras noche, sobre tu almohada,
esbozas la canción desesperada.

Precioso soneto, Oscar. Siempre nos dejas belleza y calidad. Abrazos, ERA