La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Cuentos, historias, relatos, novelas, reportajes y artículos de opinión que no tengan que ver con la poesía, todo dentro de una amplia libertad de expresión y, sobre todo, siempre observando un escrupuloso respeto hacia los intervinientes.
Océano en vena, empiezo a conocerme, y no me doy envidia. Un rostro invade con señuelos algo semejante a lo que se puede considerar como modus vivendi.
Los reparte, los coloca en cada rincón de mi mente, a fin de que no me sienta acorralado.
Algo que no veo ni percibo se había adueñado de mis inquietudes.
Me impedía mirar hacia delante.
Una sonrisa traidora, o siniestra.
No sé, algo.
En mis ojos se esconde un cadáver.
O en un frigorífico.
Mirada congelada.
Colorida instantánea.
El marco petrificado que quiebra un resplandor.
Esa fe que la vida restaura.
El inquilino indeseable y a la vez persuasivo.
Sufrimiento.
La dedicación de mi cuasi imperceptible aroma, fumigado por el veneno del tiempo.
La prontitud y el retardo del relámpago.
La creencia en que caben todas las demás.
Una sopa de letras que no puedo terminar.
La doctrina acogedora y postulante de la caricia invisible.
El amor como bifurcación entre los pétalos.
La mano del viento gritando entre tus dedos.
Todo sea poesía, como la claridad entre algodones.
Una mujer que amo sin saberlo.
El miedo a sonrojarme.
Una conversación que queda en el aire, asciende, me revuela, y se lanza entre miradas.
No sé si vuelvo a ser ya yo, no tengo programados mis sentidos, ni sé si quiero hacerlo a cuentagotas.
Dejaré que me arrastre la marea de personas que confían en mí como en esa resaca entre las rocas.
Soy la playa vacía, una isla rodeada por preguntas.
Me aliento.
No es mi suspiro.
Es el orondo y suntuoso oxígeno mar adentro.
La porción del espacio a la que vuelvo sin haber dejado rastro.
El encuentro al que asisto tras el flujo de las adversidades.
Es ese yo -Yo, solo uno.- que no se puede tergiversar.
Es esa multitud de veces en que recorrí mi lengua con los dientes.
Son los lapsus que se aferran a mi memoria.
Soy yo, nuevo.
Nuevo, como mucho sobre lo mismo.
Nuevo, como un mínimo de mundo escrito en el agua, fluyendo, esparcido y más liviano que el corcho.
El mensaje que oscila, que fluctúa en mis espejos, el único reflejo que se esconde -yo- tras el último otro -tú-.
Muy completo en desarrollo y emociones, querido amigo.
Como dijo en alguna ocasión, nuestra compañera Ana García, eres un colisionador de partículas en poesía.
Me faltan minutos para seguirte con la debida justicia.
Hoy estoy poniéndome al día con nuestro foro de prosa.
Abrazos y sé feliz, por favor.
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"He guardado la Luna en los cajones
por si vuelves de noche que te alumbre;
no te tardes, papá, que sin la lumbre
de tu amor no se encienden los fogones.'"
Un trabajo estupendo querido amigo. Vas recorriendo de manera eficaz y sentida la orilla entre el consciente y el subconsciente, buscando, encontrando quizás, todo aquello que define, que nombra, que de alguna manera hace situarse enfrente de uno mismo. Hay belleza en estas lineas amigo, mucha. Hay verdad, encuentro que el aspecto creativo tan potente ha quedado incluso vencido por la necesidad de salir a la luz, la belleza sirve así al artista que necesita expresarse, reconocerse, dejar un mensaje, un diálogo con el mundo.
Un placer venir a leerte, ya lo sabes.
Fuerte abrazo