
más adelante cuando, en cuerpo presente,
haya desarrollado la ausencia en mi cerebro,
donde se han cocinado sus misterios,
donde ahora mismo yacen calcinados.
Solo olvida quién fui,
no he destruido tu amor, siquiera lo he tocado.
Esas cosas no forman parte de mi conciencia.
Sufro estrés post traumático
-Algo así como el doble filo de la cabeza.
Algo así como el doble sentido
común...-,
pero no lo he sabido hasta que me las di de bruces -Siempre contra un muro distinto.-.
Mis letras alineadas, ésas que nunca muestro,
arrojaron mi mente a la razón.
Lo he pagado con décadas, pero al fin conseguí lo que quería.
¿Lo mejor? No llegué jamás a comprobarlo.
Mi vida se paró.