El hombre indiscernible

[Ventura Morón]

Me vienen a la cabeza muchas obras e imágenes recorriendo este poema tan espléndido amigo.
EL hombre actual, queda perfilado, las miserias que se esponjan entre los limites de la ciudad y la intimidad, las imágenes van dibujando con fuerza y acierto ese recorrido humano, existencial, que se plasma casi como una película y deja a la vista y a los sentidos el sentimiento o mas bien la insensibilidad de este personaje.
Muy bien expuesto y tratado, y siempre con el atractivo que consigues, enriqueciendo el poema con esa fuerza de asfalto y verdad.

Un fuerte abrazo Luis

[Luis M]

Me vienen a la cabeza muchas obras e imágenes recorriendo este poema tan espléndido amigo.
EL hombre actual, queda perfilado, las miserias que se esponjan entre los limites de la ciudad y la intimidad, las imágenes van dibujando con fuerza y acierto ese recorrido humano, existencial, que se plasma casi como una película y deja a la vista y a los sentidos el sentimiento o mas bien la insensibilidad de este personaje.
Muy bien expuesto y tratado, y siempre con el atractivo que consigues, enriqueciendo el poema con esa fuerza de asfalto y verdad.

Un fuerte abrazo Luis

Muchas gracias, Ventura, me alegra mucho que te gustaran estos versos. Un fuerte abrazo amigo.

[Rafel Calle]

Muy bello y muy interesante trabajo, amigo Luis.
Abrazos.

[Luis M]

Muy bello y muy interesante trabajo, amigo Luis.
Abrazos.

Muchas gracias, Rafel. Abrazos, amigo.

[Luis M]

Nueva edición.

[Àlex Gállego]

Me gustó mucho el poema, Luis. Lo sentí como el típico cuchillo de sierra que se usa para cortar pan. No es muy contundente ni amenazador a primera vista, no parece un poema antológico e inolvidable, pero a medida que lo lees y relees va haciendo mella con todos los momentos puntiagudos y afilados que tiene a lo largo de él con las imágenes que utilizaste creando ese efecto de sierra, de altibajo entre lo cotidiano y lo subyacente. Gracias por compartirlo.

Un abrazo

[Jorge Salvador]

Qué buena costumbre, Luis. Haces muy bien en editar tus poemas y darnos la oportunidad de leerlos al sacarlos a la superficie. Me pasa igual que a ti, nunca doy un poema por definitivamente acabado, siempre al releerlos se nos ocurren frases que no se nos ocurrieron entonces y que lo mejoran sensiblemente.
Este hombre indiscernible es todo un poemazo. Coincido con Alex, es como un cuchillo que va diseccionando al hombre común, el que vive en cada uno de nosotros, y dejando al aire tantas cosas que esconde de sí mismo y, por supuesto, de los demás.
Te felicito sinceramente, querido amigo. Un fuerte abrazo

[Ricardo Serna G]

`
Y cada día vuelve a cargar el revolver
encasquillado de los épicos duelos bajo ese sol
que nunca salió,
de las promesas que nunca se presentaron
o cuando extravió la dirección hacia la derrota
de los niños-héroes anónimos que siempre llegan tarde
a la cita con uno mismo;
de los que pierden un trozo de nombre
a cada paso, a cada silencio,
... al silencio que se hizo catedral
en una ciudad que se hizo de repente
y para siempre noche.

Y morirá frente a ese vil espejo sin memoria
y con las zapatillas de andar por casa, sólo
junto a la alfombra que nunca arrancó.
Le erigirán santo de un sábado sin sexo.
Le harán un funeral sobre la otra soledad
de las hojas sin árbol, frente al templo de los sin espíritu
y esparcirán sus cenizas
sobre la estela gris del bus de las 7:30...

El hombre indiscernible dobla esquinas y las titula
en su desteñida carpeta de hombres indiscernibles.
Acuerda desacuerdos con estricta metodología.
Imagina salvar sirenas encalladas
en charcas nadadas solo por él.
Se crece en lunas portátiles, en telenovelas sin fin
o en convulsas galaxias de barra.
Y aterriza cada tarde a la misma hora
sin paracaídas ni reminiscencias de ningún mundo viajado;
(entonces vacía versos en madejas
de desquiciada sobriedad conceptual)

El hombre indiscernible regatea insolvencias
e intercambia incendios de oídas,
otras veces se muere de luz
y disloca la articulación de su condena
urdiendo tesoros de asfalto a punto de nieve
bajo las aceras de la gran avenida,
o entre olas de café y humo mágico
que simulan verdades en códigos aún por inventar.

Entre conclusiones inconclusas,
escombros de brillos arrugados
y un fuselaje de dudas
se sube a un cielo paralelo
cuando el mundo se expande sin piedad
hasta chocar con alguna descatalogada canción
y recaer sobre el solar de sus fallidos paisajes
de acuarela húmeda.

Este tipo adolece de primaveras
y volcanes en actividad.
Alimenta ciudades de palomas con fanatismo
y lágrimas de pan duro,
y cena sueños de cama con princesas despechadas
(y alitas de pollo) en la crepuscular proa
de cualquier minipalacio 24 horas
cuando empieza a cerrar la cordura
y a morder los neones.
El hombre indiscernible enfunda sus dardos miopes ,
se arropa en su manta fiel que le ciñe
pero no le pregunta
y muere, muere de realidad,
vuelve a morir
hasta despertar a un nuevo
e indiscernible día...

_____________

Luis


Magnífica poesía, compañero
te felicito....


Un abrazo fuerte


Salud ante todo

[Luis M]

Me gustó mucho el poema, Luis. Lo sentí como el típico cuchillo de sierra que se usa para cortar pan. No es muy contundente ni amenazador a primera vista, no parece un poema antológico e inolvidable, pero a medida que lo lees y relees va haciendo mella con todos los momentos puntiagudos y afilados que tiene a lo largo de él con las imágenes que utilizaste creando ese efecto de sierra, de altibajo entre lo cotidiano y lo subyacente. Gracias por compartirlo.

Un abrazo

Me ha encantado tu comentario. Muchas gracias, Alex y feliz domingo. Un abrazo, compañero.

[Luis M]

Qué buena costumbre, Luis. Haces muy bien en editar tus poemas y darnos la oportunidad de leerlos al sacarlos a la superficie. Me pasa igual que a ti, nunca doy un poema por definitivamente acabado, siempre al releerlos se nos ocurren frases que no se nos ocurrieron entonces y que lo mejoran sensiblemente.
Este hombre indiscernible es todo un poemazo. Coincido con Alex, es como un cuchillo que va diseccionando al hombre común, el que vive en cada uno de nosotros, y dejando al aire tantas cosas que esconde de sí mismo y, por supuesto, de los demás.
Te felicito sinceramente, querido amigo. Un fuerte abrazo

Y hay algunos que no saco "a la luz" porque me da vergüenza que ponga que tienen 60 reediciones, jajja. Pero sí, estoy totalmente de acuerdo contigo, Ramón, el tiempo nos permite mejorar nuestros poemas (una sola palabra o un solo verso pueden mejorar más que sensiblemente un poema). Me alegra mucho que te gustara este ya antiguo poema. Muchas gracias y un fuerte abrazo, querido amigo.

[Luis M]

Luis


Magnífica poesía, compañero
te felicito....


Un abrazo fuerte


Salud ante todo

Muchas gracias, querido Ricardo. Un fuerte abrazo amigo.

[Alonso Vicent]

Estás hecho todo un retratista de la palabra. Plasmas al hombre indiscernible con una riqueza de imágenes que me asusta.
Y morirá frente a ese vil espejo sin memoria
y con las zapatillas de andar por casa
Imagina salvar sirenas encalladas
en charcas nadadas solo por él.
El hombre indiscernible regatea insolvencias
e intercambia incendios de oídas,
Alimenta ciudades de palomas con fanatismo
y lágrimas de pan duro,
y cena sueños de cama con princesas despechadas
(y alitas de pollo)
y muere, muere de realidad,

Fueron estos solo unos versos del total que me encantó. ¿Seremos indiscernibles? Prescindibles seguro que sí, je je.
He llegado a la conclusión de que no me gustan los hombres indiscernibles… al menos hoy que llueve y no estoy para grises más allá de los de la tarde.
El poema, todo un lujo para este mortal.
Un gran abrazo, Luis, hasta la capital.

[Manuel Alonso]

Un poema radiante, Luis, un poco largo quizá, en calidad, claro, qué esperabas, hombre, un saludo.

[Luis M]

Estás hecho todo un retratista de la palabra. Plasmas al hombre indiscernible con una riqueza de imágenes que me asusta.
Y morirá frente a ese vil espejo sin memoria
y con las zapatillas de andar por casa
Imagina salvar sirenas encalladas
en charcas nadadas solo por él.
El hombre indiscernible regatea insolvencias
e intercambia incendios de oídas,
Alimenta ciudades de palomas con fanatismo
y lágrimas de pan duro,
y cena sueños de cama con princesas despechadas
(y alitas de pollo)
y muere, muere de realidad,

Fueron estos solo unos versos del total que me encantó. ¿Seremos indiscernibles? Prescindibles seguro que sí, je je.
He llegado a la conclusión de que no me gustan los hombres indiscernibles… al menos hoy que llueve y no estoy para grises más allá de los de la tarde.
El poema, todo un lujo para este mortal.
Un gran abrazo, Luis, hasta la capital.

A mí tampoco me gustan, jeje, aunque me dan un poco de pena... el lujo para mí es que te haya gustado este poema. un abrazote, querido Alonso ... y muchas gracias!

[Luis M]

Un poema radiante, Luis, un poco largo quizá, en calidad, claro, qué esperabas, hombre, un saludo.

Muchas gracias, estimado Manuel. Siempre es una alegría que te gusten mis poemas. Un abrazo, compañero.