Salen errados nuestros cálculos siempre que entran en ellos el temor o la esperanza.
(Molière)
Omayra, a veces morimos juntos en una ecuación incomprensible,
después de ti han nacido mil mundos,
pero no hay más Omayra.
Tus ojos imantados de muerte
sumergen la estrella de Armero,
no hay examen pendiente,
la matemática hoy es un número que sube al infinito y se desploma
rasgando nubes de incienso.
¿Qué vamos a Ser, Omayra?
E. R. Aristy
