Aves de escritorio IX (Ventanas arrugadas)

[Ricardo López Castro.]

...

[Ricardo López Castro.]

Por tan solo un momento
pensé que te quería.

Años, lustros, milésimas,
una década entera y predispuesta
a detener el giro de los astros,
y a destintar el rayo
en la tormenta ciega,
noche en día.

Regresamos, escampados,
de sus ojos.

Nadie sabrá jamás de nuestra historia,
desde que escribo versos,
he marcado una línea divisoria.
La he cruzado, asaltado y tapizado,
puestos a imaginar,
que falle mi memoria.

Y me desenvolví
como buena o perversa
compañía.
En las noches mi sueño te vigila.
Durante los reflejos
he marcado otro tiempo, otro compás,
para que así los párpados,
vuelvan sobre sus pasos.

Cariño mío, incluso en un poema
soy capaz de olvidar
ese aire fresco y puro
de tu boca en suspiros.

Mi mano ha manejado
todo cuanto ha querido.
Y nunca te ha importado
hasta qué dolor he quedado sumido.

Recuerda las estrellas
cuando pienses en mí,
cuando la vida se convierta
de nuevo en otra vida.

Recuerda mi recuerdo,
mi secreto, el aroma de mujer.

No olvides, y si olvidas,
que se parezca a mí.
A veces te maldigo,
pero no soy capaz,
soy poeta y escribo.
Versos desde el jamás
he compartido,
y con besos no cura al malherido,
ni aunque muera mil vidas,
el instante al que dirigí
mis pasos; nunca cambia,
me ha congelado, contigo lo que fui.

Ahora busco calor en otros lares,
como un fruto maduro y ya jugoso,
ya miro hacia delante
hasta que mi alma cruja.

Ya mi desnuda piel no te rebusca,
Al rubor de mi carne, miro la belleza,
al luto de tu sombra
me deshago
en existencia.

[Simon Abadia]

Por tan solo un momento
pensé que te quería.

Años, lustros, milésimas,
una década entera y predispuesta
a detener el giro de los astros,
y a destintar el rayo
en la tormenta ciega,
noche en día.



Leyendo tu poema me ha venido la frase de un amigo poeta
que cuando le preguntabas como estaba, el contestaba que tenía
la crisis de escritorio. Y yo le decía que más bien era su refugio
ante la crisis de la edad.
En fin buen poema que me ha hecho revivir momentos de amistad.

Abrazos
Simon

[Ricardo López Castro.]

Puede que sea un poco lo que tus sabias palabras indican, Simón.
Para mí un día sin escribir no es un día.
Esto es precisamente el trasfondo de esta saga.
Gracias de nuevo, por tu aporte.
Abrazos y felicidad, amigo mío.