Absenta

[Julio Gonzalez Alonso]

Pues te pediría otra copina de absenta, Silvia, para ir sobrepasando todo esto que, de lo que menos estoy sintiendo es el confinamiento, pero que me ayudaría a soportar el dolor de los muertos y los amigos contagiados. Gracias por todo. Un abrazo.
Salud.

[C.P. Fernández]

Muy hermoso, Silvia.

Un abrazo.

[Armilo Brotón]

Bello poema Silvia. Muy bien construido y acertado en el contenido, con un lenguaje lírico de alto voltaje.
Un cordial saludo

[Alejandro Costa]

¿Dónde se encontraba mi chiquilla encantada?

Magnífico, Silvia, es un genial disparate poético.

Siento que entre los grandes despistes de mi vida, los grandes desaciertos, acerté contigo.

Me alegra, a la vez que me siento orgulloso de quien eres y lo que has logrado.

Te tendría en mis brazos hasta que la tormenta de la vida diera paso al sol de la esperanza y libertad.

Un beso con toda la fuerza del alma y el sentir del corazón.

[Silvia Savall]

Pues te pediría otra copina de absenta, Silvia, para ir sobrepasando todo esto que, de lo que menos estoy sintiendo es el confinamiento, pero que me ayudaría a soportar el dolor de los muertos y los amigos contagiados. Gracias por todo. Un abrazo.
Salud.

Muchas gracias compañero por estar aquí.
Abrazo con copina hasta allí.

[Silvia Savall]

Muy hermoso, Silvia.

Un abrazo.

Muchas gracias.
Otro abrazo.

[Silvia Savall]

¿Dónde se encontraba mi chiquilla encantada?

Magnífico, Silvia, es un genial disparate poético.

Siento que entre los grandes despistes de mi vida, los grandes desaciertos, acerté contigo.

Me alegra, a la vez que me siento orgulloso de quien eres y lo que has logrado.

Te tendría en mis brazos hasta que la tormenta de la vida diera paso al sol de la esperanza y libertad.

Un beso con toda la fuerza del alma y el sentir del corazón.

Entre cafés y cervecitas estaba. La escritura y lectura medio aparcada. Ahora en positivo vuelvo a escribir con el aliento de los que me leéis e intentar acabar el 5 poemario.
Muchísimas gracias por creer en mí y darme esa esperanza.
Otro abrazo grandísimo para ambos. Os quiero muchísimo.

[Ignacio Mincholed]

Silvia, muy bien este pasaje de lo cotidiano. Felicidades.

Un abrazo.
Ignacio

[Rafel Calle]

Hermoso e interesante trabajo, amiga Silvia.
Abrazos.

[Silvia Savall]

Silvia, muy bien este pasaje de lo cotidiano. Felicidades.

Un abrazo.
Ignacio

Muchas gracias compañero.
Abrazos.

[Silvia Savall]

Hermoso e interesante trabajo, amiga Silvia.
Abrazos.

Muchas gracias Rafel.
Abrazos.

[Pablo Rodríguez Cantos]

Leído tu poema con un título de tantas resonancias poéticas. Seguro que mata al virus. Y no rompe la vigilia. Saludos.

[Alonso Vicent]

Andabas, la última vez que nos vimos, preparando tu nuevo poemario con esa mirada que tienes para hacer brotar la poesía desde la otra parte de la barra.
Absenta para un presente que nos asalta, que nos abordó de la noche a la mañana.
Cómo hicieron cambiar nuestros hábitos.
Excelente esta primicia de tu nuevo libro.
Besets desde els camps; que seguim entre taronjes sense haber parat.
Cuidat molt, i cuideuse.

[Ricardo Serna G]

Ese viernes trece, por la mañana,
servía cafés, tostadas de mermelada
y cinco croissants de mantequilla,
mientras el futuro era dueño del suelo que pisaba;

y a deshora cuando el ocaso me pertenecía
sin una soga en la garganta.

Silvia



Encantado de conocer tu poesía
entregan luz y tus versos no tiene
soga en la garganta, sólo libertad y belleza.


Un abrazo fuerte

[E. R. Aristy]

ABSENTA

Este viernes trece
amaneció deprisa para luego desvanecerse
pegándose en los talones.

La clientela confusa murmuraba
sobre la crónica del día,
de boca en boca corría como la absenta
donde la noche fue la reina.

El desasosiego y la alarma
atrapó nuestros cuerpos con impaciencia
deformando un presente decidido por el Estado.

La Sanidad desplegó su ejército blanco
para abrigar el origen de nuestro nacimiento
e hizo volar la calma,
más aún acariciar el espíritu de los ancianos.

Y se cerró el día,
y se cerró la noche más allá de las fronteras.
Los sueños respiraron
entre cuatro paredes con aroma de sándalo.

Y las luces hablaron por nosotros,
la música dominaba las aceras
aceptando lágrimas bajo el manto
de una misma estrella.

Ese viernes trece, por la mañana,
servía cafés, tostadas de mermelada
y cinco croissants de mantequilla,
mientras el futuro era dueño del suelo que pisaba;

y a deshora cuando el ocaso me pertenecía
sin una soga en la garganta.


Pero fui inmune, fuimos verano
bajo una bandera negra.

Silvia, nos dejas la belleza imposible de negarse ni de ocultarse bajo ninguna circunstancia. Tu buen hacer, tu sensible decir, tu maravilloso poema. Un abrazo, Roxane