Me intriga tu sonido... (A Manuel Sánchez)

[Alejandro Costa]

Me intrigas con tu sonido de las cosas futuras,
me intriga la tesitura de incomprensión de tu tema,
me enloquece el derrame poético y metafórico.

Y es que cuando las hojas se peinan,
y el lápiz se incomoda al no tomar el camino correcto,
al intentar no caer en la dirección equivocada,
me encuentro cantidad de piedras
que entorpecen mi espíritu de poeta,
y que son como barreras en cónclave,
difíciles de asimilar, imposibles de validar.

Estaría encantado de beber contigo,
-que me invitaras no tendría importancia alguna-,
da igual un treinta y tres de abril,
un cuarenta de mayo, o un treinta y uno de junio,
pero si te sientes pequeño,
si tienes debilidades,
podemos deparar en las mías,
o mejor no hacerlo,
-el ridículo no lo llevo demasiado bien-.

Si hablamos de mujeres, de desamor,
de añoranza, de locura,
entonces nos comprendemos,
tus ojos ven más allá de los míos,
mi horizonte se vistió de soledad en los albares,
y mi crepúsculo no idealizó la esencia,
y decidió segarse en la oscuridad.

Conforme te leo,
veo que mantienes aún la esperanza,
la llama que ocultamos tras la edad,
y en medio, una tras otra imagen
refleja en parte la amargura que tratas de disfrazar,
las caricias, el deseo, los recuerdos,
todo es mentira, como la duda, el tiempo apresado,
no es amor cuando no es compartido,
es tan solo un trozo de locura
con imágenes mentirosas.

Y es cierto, el mundo te conoce,
las cumbres nevadas también,
y no porque dejaras tus huellas en tantas palabras frías,
no porque persiguieras tu amor insustituible,
no porque no entiendas como soportar la muerte,
el mundo te conoce porque eres tan simple y tan mortal,
como cualquier ser que en él habita,
aunque con el padecer que tan solo el amor
es capaz de infundir.

En ello nos parecemos,
con ello padecemos.

Iré a beber contigo.
Ahora pagaré yo.

[Armilo Brotón]

Dos grandes poetas en homenaje, mis felicitaciones.
Salud, levanto mi copa con vosotros.
Un abrazo Alejandro, otro para Manuel.

[Manuel Sánchez]

Impagable poema, amigo. Una réplica digna de todo elogio. Creo que no me merezco tanta atención. Tomas como base mi poema y haces una unión ejemplar entre autor y lector. No sabes lo que te agradezco esta deferencia con una obra mía. La poesía realiza estos milagros; es capaz de acercar aquellas partes de nosotros que están esperando ser atendidas, y producen a veces impactos difíciles de imaginar.
Enhorabuena, Alejandro, y te quedo enormemente agradecido.
Un fuerte abrazo.
Desde aquí levanto mi copa contigo.

[Silvia Savall]

Me intrigas con tu sonido de las cosas futuras,
me intriga la tesitura de incomprensión de tu tema,
me enloquece el derrame poético y metafórico.

Y es que cuando las hojas se peinan,
y el lápiz se incomoda al no tomar el camino correcto,
al intentar no caer en la dirección equivocada,
me encuentro cantidad de piedras
que entorpecen mi espíritu de poeta,
y que son como barreras en cónclave,
difíciles de asimilar, imposibles de validar.

Estaría encantado de beber contigo,
-que me invitaras no tendría importancia alguna-,
da igual un treinta y tres de abril,
un cuarenta de mayo, o un treinta y uno de junio,
pero si te sientes pequeño,
si tienes debilidades,
podemos deparar en las mías,
o mejor no hacerlo,
-el ridículo no lo llevo demasiado bien-.

Si hablamos de mujeres, de desamor,
de añoranza, de locura,
entonces nos comprendemos,
tus ojos ven más allá de los míos,
mi horizonte se vistió de soledad en los albares,
y mi crepúsculo no idealizó la esencia,
y decidió segarse en la oscuridad.

Conforme te leo,
veo que mantienes aún la esperanza,
la llama que ocultamos tras la edad,
y en medio, una tras otra imagen
refleja en parte la amargura que tratas de disfrazar,
las caricias, el deseo, los recuerdos,
todo es mentira, como la duda, el tiempo apresado,
no es amor cuando no es compartido,
es tan solo un trozo de locura
con imágenes mentirosas.

Y es cierto, el mundo te conoce,
las cumbres nevadas también,
y no porque dejaras tus huellas en tantas palabras frías,
no porque persiguieras tu amor insustituible,
no porque no entiendas como soportar la muerte,
el mundo te conoce porque eres tan simple y tan mortal,
como cualquier ser que en él habita,
aunque con el padecer que tan solo el amor
es capaz de infundir.

En ello nos parecemos,
con ello padecemos.

Iré a beber contigo.
Ahora pagaré yo.

Mi querido gran Jandro. Tiempo sin leerte pero ya estoy aquí. Admirable tu manera de hacer, siempre te lo dije, pero una vez más te felicito por este gran homenaje.
Brindemos pues !!
Un abrazo grandísimo de cariño y amor por tus letras.

[Pilar Morte]

Qué bueno y qué bien hilado el poema. Atrapa el sentimiento y la realidad de los versos, la réplica que cobra sentido al hablar del amor. Me encantó de principio a fin. Felicidades a los dos por esta comunión de sentires.
Abrazos
PIlar

[Alejandro Costa]

Dos grandes poetas en homenaje, mis felicitaciones.
Salud, levanto mi copa con vosotros.
Un abrazo Alejandro, otro para Manuel.

Somos tres Armilo los que levantamos las copas.

Espero que te encuentres bien. Gracias por estar ahí.

Un abrazo.

[Alejandro Costa]

Impagable poema, amigo. Una réplica digna de todo elogio. Creo que no me merezco tanta atención. Tomas como base mi poema y haces una unión ejemplar entre autor y lector. No sabes lo que te agradezco esta deferencia con una obra mía. La poesía realiza estos milagros; es capaz de acercar aquellas partes de nosotros que están esperando ser atendidas, y producen a veces impactos difíciles de imaginar.
Enhorabuena, Alejandro, y te quedo enormemente agradecido.
Un fuerte abrazo.
Desde aquí levanto mi copa contigo.

Si a alguien hay que agradecer algo ese alguien es Manuel Sanchez. Tu poema es una pura maravilla y a mí me dejó impactado, me dejó con la obligación de realizar un escrito que se convirtiera en homenaje al autor de tan bellas letras. No he sido capaz de llenar el papel con la calidad con la que tu lo llenaste, pero no te quepa duda que lo he escrito con el alma y con toda la sabiduría poética que atesoro, que no es mucha.

Repito, gracias siempre a tí.

Levanto la copa en señal de admiración.

Un abrazo.