A veces
me siento mapa,
gata, mar de distancias,
lápiz, triste y loba.
Acariciadora,
hoja y amante.
Se retuerce la bolsa creyendo ser bandera o una sábana tendida en un tejado.
Y solo a veces
noto que me bosteza el aire
que tira de mi asidero
inconforme.
El viento en el fondo no es nada. Es simplemente una bolsa perdida, colgada de la rama de nuestras retinas.
Entonces
maúlla a la luna, reclamando
el espejo de otras vidas o
el vaivén de mi existencia.