nunca osará su voz gritar el verbo
en las arenas blancas de las playas.
Cuando contemplo el mar desde lo alto
y vislumbro una isla entre las aguas
reconozco el sollozo que sisea
la queja de los itsmos que se lloran
en sepulcros de olvido sepultados.
A veces el silencio es un vacío
como un túnel de ausencia y de mutismo
donde retumba el amputado miembro
su dolencia fantasma y su delirio.