
ante la sed que sufre mi memoria,
la revancha del miedo ante la gloria,
desocupo la piel con que te imito.
Bañado en mi intelecto oculto el mito;
con el llanto que atrapa ya esta historia
cuando, hueca, suspira, divisoria,
esta calculadora que es tu rito.
Y me fui de algún sitio, sin respuestas,
pensamiento a través, desconfianza,
mientras me acomodaba en mis protestas.
El lugar que dejaste, mi venganza,
encubrió mis imágenes compuestas
por el gusto, el resabio y la templanza.