Acacias

[Armilo Brotón]

¡Qué buen poema! Me faltan palabras para expresar la delicia que ha sido pasear, varias veces, por estas sendas que nos has regalado con tus versos.
Los pasos, medidos pulcramente, han sido guía fonética de mis pies, que sólo se han dejado llevar por tus palabras: cierro mis ojos sin más pensamiento que la rememoración de lo vivido. El ritmo paralelístico, esencia formal de esta buena obra, me ha hecho compartir tu emoción de hermano; como gotas de lluvia que caen al tiempo sobre una superficie ávida de vida.
Un abrazote Ignacio

[J. J. Martínez Ferreiro]

Me fijé en dos valles que morían en la costa
hacia una secreta bahía. Cerré los ojos y te vi
silueta de amanecida frente al cielo fabuloso
violeta y rojo punteado de gaviotas sin color.

Un cuadro de amor, precioso!!! de "precio poético" sin medida.


Felices Fiestas, gran Ignacio. Que seas feliz con los tuyos.

[Ignacio Mincholed]

Qué bueno, Ignacio:

Algo que pudo ser y no fue relatado con belleza y elegancia. La tristeza de lo no vivido.

Muy bello
Gracias
Ana

Aprecio tu nota, Ana, gracias.

Un abrazo.
Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Bueno, no sé qué decir del poema. Todo él me ha cautivado, en su serenidad desgranando las palabras he vivido en él, tú ( o el protagonista) vestido de cualquier manera, ella como inalcanzable criatura, pero tan terrena, tan preciosa leyendo un periódico sin noticias, las gaviotas incoloras (doy fé que normalmente sí lo tienen, me llevo muy bien con ellas) y especialmente las acacias.
Siempre me han gustado ellas, con sus miniflores blancas, me llevan a mi niñez y a los veranos.
Un abrazo mediterráneo siempre y gracias por compartir.

Las acacias, compañeras de encuentros y despedidas en las estaciones, y esas gaviotas que bien conoces.

Gracias Concha, un abrazo.
Ignacio

[Hallie Hernández Alfaro]

La tesis hermosa de un condicional (nada simple), la resonancia magnética de un instante golpeando la perfección.

Un abrazo y mis felicitaciones sinceras, Ignacio.

[Ignacio Mincholed]

Yo, vestido de cualquier manera, era aquel
que no se cruzó contigo
aquietado bajo la sombra triste de las acacias.

He ido leyendo tu poema lentamente, he comprendido que así es mi forma de leer, y he situado tu poema en uno de esos que hacen brotar la huella del recuerdo. He decidido ir a mi ya mencionado ritmo y he encontrado versos que hubiera querido recitar en una terraza, mientras los transeúntes dibujaban la calma de una portada de periódico en un día tan tranquilo que los sucesos se habían ido de vacaciones.

Un abrazo.

Me alegra lo que dices, Enrique.
Coincidimos en ese modo de lentitud, cuando se abre un paréntesis como dices y solo te centras en el momento.

Gracias por la nota y el comentario.

Un abrazo.
Ignacio

[Rosario Martín]

"Yo, vestido de cualquier manera, era aquel
que no se cruzó contigo
aquietado bajo la sombra triste de las acacias."

Una vez leí, no recuerdo donde,que las acacias
eran muy apreciadas por los antiguos,
pero a mí, ahora,sólo me viene a la mente
las flores amarillas de las mimosas de mi calle
y la hermosa luz que desprenden.
Es un hermoso poema, Ignacio,
un abrazo y felices fiestas.

[Josefa A. Sánchez]

Cuando casi...y como si tal cosa conviertes la palabra en Poesía. Un lujo presenciarlo.
Un abrazo.
Pepa

[Ignacio Mincholed]

Profundo poema que me ha encantado en su totalidad. Mis abrazos, Ignacio.

Me alegra tu nota, Marius. Gracias y un abrazo.
Ignacio

[xaime oroza carballo]

...

Recuerdo el día cuando casi nos conocimos,
tú viajabas al norte, yo buscaba en los mapas
las rutas de mis anhelos.
Tú vestías de blanco, yo de cualquier manera.

Me fijé en dos valles que morían en la costa
hacia una secreta bahía. Cerré los ojos y te vi
silueta de amanecida frente al cielo fabuloso
violeta y rojo punteado de gaviotas sin color.

Te vi en el café del pueblo, leías un periódico
sin noticias, sin alarmas, de letras menudas
igual que tus manos tostadas en luz de abril.

Te vi en la estación, brillaban las vías curvas
desnudas bajo el puente; en el reloj las doce
junto a la campana de plomo y los gorriones
bañándose de sol en las pizarras del tejado.

Yo, vestido de cualquier manera, era aquel
que no se cruzó contigo
aquietado bajo la sombra triste de las acacias.

...

Toda la magia de tus poemas
lleva del mundo real al de los sueños.
Gracias por estar y compartir, compañero.
Un abrazo

[Ignacio Mincholed]

Ignacio, querido compañero de versos, hoy tu poema me ha llevado al comienzo de lo que ha sido y sigue siendo el amor de mi vida, aunque ya en soledad. Me han hecho sentir de tal manera, que he necesitado un pequeño descanso para reponerme de mis angustias pasada y aún presentes. Gracias por dejar en mi alma estos versos, sencillos al parecer, pero inmensos en su decir. Esto es poesía.
Un cordial abrazo, desde la soledad de mi isla

José Manuel F. Febles

José Manuel, me alegra mucho lo que dices en la primera línea de la nota.
Gracias a ti por compartir generosamente tu sentir.

Un abrazo.
Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Bellísimo, Ignacio:

Felicidades
Ana

Gracias Ana. Me gusta tu nota.

Un abrazo.
Ignacio

[Rafel Calle]

Tan bello como interesante trabajo, amigo Ignacio.
Felicidades.
Abrazos.

[Ignacio Mincholed]

Muy hermoso poema de un amor que, quizás, pudo ser. Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Gracias Pilar. Ahí estamos, siempre rodeados de los posible.

Un abrazo.
Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Me ha gustado muchísimo. Ese amor que casi fue , descrito de una forma tan elegante pero a la vez conmovedora.
Un abrazo

Ángeles, gracias por la nota tan generosa.

Un abrazo.
Ignacio