Rosario Martín escribió:Puedo decirte que cuando el día se tuerce
busco un momento relajación,
adopto una postura de pensador
y escribo un poema arcoíris , para renovar el espíritu,
pero te mentiría.
Yo, cuando voy al rincón de lo concreto,
me dejo caer hasta el fondo del problema;
apoyo los codos en las rodillas,
me tapo los ojos , el bueno y el malo,
y maldigo al puto sillón
que ha jodido mi espalda...
Hiciste bien en negarte tres veces,
siempre fuiste dos pasos por delante
y yo me quedé a verlas venir...
El tiempo de suave brisa duró un suspiro,
cincuenta y siete vueltas
y aún sigo perdida...
Rosario Martín
Lo malo de los sillones es que te levantas echo polvo y no vuelves a aprender a andar hasta los quince pasos... al menos eso me pasa a mí... que hasta para teclear en el portatil me desacomodo en una silla, con reposa codos.
Pero lo bueno, lo mejor, es este poema que nace a los 57 y continúa (¿hasta los 75?) entre suspiros, maldiciones y alguna brisa refrescante.
Me encantó tanto o más que las primeras veces que lo leí, amiga entera, y a seguir viéndolas venir entre entrañables poemas.
Besos de este machacado jornalero.